En el Día Mundial del Asma, que se celebra este año el 3 de mayo, se busca crear conciencia sobre la enfermedad, educar al paciente sobre la importancia de seguir un tratamiento para reducir los síntomas y evitar la medicación “rescatadora”.

El diálogo con La Mañana en vivo, el neumonólogo Vicente Llanes explicó los factores que predominan en Formosa y aseguró que cuando la enfermedad está adecuadamente controlada, no implica obstáculos para quien la presenta ni afecta su calidad de vida. Asimismo, recomendó a quienes tengan síntomas como dificultades para respirar, se realicen el estudio de espirometría computarizada.

“El asma es una enfermedad inflamatoria crónica que es reversible con medicación, a diferencia a lo que conocemos como EPOC que es irreversible. Las características son la tos seca, falta de aire, fatiga. Los niños tienen falta de aire y 'chillido' de pecho por las noches, eso es porque el cortisol disminuye durante las noches y hace que comiencen a aparecer esos síntomas”, comentó Llanes.

En este sentido, indicó que hay factores predisponentes del Asma Bronquial, que, si bien puede ser hereditario, también suele darse tras alergias o por respirar constantemente el humo de tabaco.

“Para hacer el diagnóstico de asma tenemos que tener la parte clínica de antecedentes familiares, los síntomas del paciente y lo que certifica si es asma o no, es la espirometría computarizada”, resaltó.

A continuación, recordó que el Ministerio de Salud de Nación incorporó al asma dentro de las enfermedades que reciben medicamento gratuito para su tratamiento, ya que “en Argentina la incidencia es alta”.

En lo que respecta a Formosa, marcó que la provincia carece de estadísticas que midan la cantidad de pacientes afectados con la enfermedad, pero que en los consultorios “vemos que también va aumentando”.

“Hay muchos factores que aumentan el riesgo de contraer asma en Formosa, estamos en otoño y las temperaturas cambian, además, tenemos lluvias y humedad (proliferan los hongos en las paredes), y esto no es bueno para el sistema respiratorio. Con el invierno, llega la utilización de las estufas y eso tampoco ayuda. En la primavera tenemos la floración de los distintos árboles y en verano, la utilización inadecuada de los aires acondicionado -que habitualmente se pone en 16 o 17 grados- y ese cambio brusco de temperatura lastima al organismo”, detalló.

Finalmente, alertó que ante los principales síntomas de una exacerbación (falta de aire, sensación de pecho cerrado, tos y silbidos), el paciente acude a una guardia médica o se automedica con broncodilatador, lo que se denomina medicación de rescate y no es recomendable. Lo ideal es que la persona asmática recurra al médico y realice el tratamiento adecuadamente.

“Con los tratamientos actuales el paciente anda muy bien y puede desarrollar una vida normal. Si está mal controlado, el paciente suele ir a la guardia en donde le administran corticoide y eso produce muchos efectos colaterales. Una crisis asmática puede derivar en otras complicaciones, como Neumonía, y perder la vida”, concluyó.