La lucha contra las prácticas discriminatorias en todas sus formas va encontrando eco favorable en el mundo, en virtud de las abundantes campañas de difusión que se ponen en marcha para promover los derechos igualitarios de las personas, como así también por la oportuna toma de conciencia de las y los ciudadanos.

Mientras tanto, la discriminación no sólo sigue existiendo sino que se hace fuerte en aquellos lugares donde no enfrenta la debida resistencia social o no encuentra los frenos suficientes por parte de las autoridades.

Preocupan, en este sentido, expresiones fuertemente homofóbicas del intendente de Pirané (de tan escandalosas ni vale la pena reproducirlas en esta columna) que ya han sido objeto de un amplio repudio social.

Sí conviene agregar que la Defensoría del Pueblo de la Provincia, a través de su Dirección de Discriminación y Xenofobia, ya ha tomado intervención, no sólo rechazando los conceptos del jefe comunal -quien, cabe recordar, es pastor evangélico-, sino dándole además la posibilidad de que aclare sus dichos.

Las redes sociales son canales de libre expresión en los que suele darse rienda suelta a todo tipo de pensamientos, hasta los más reprobables. Pero la aparición en ellas de una autoridad municipal condenando virtualmente al infierno (“ninguno de ellos participará del reino de Dios”, escribió) a quienes tienen determinadas preferencias sexuales constituye un caso extremo. No porque este señor no pueda decir lo que piensa, sino porque él representa a todo un pueblo, a toda una comunidad, sin distinciones políticas, sociales, de raza, de credo, de género o de lo que fuere.

El ataque virtual es, asimismo, una demostración cabal del largo camino que todavía queda por recorrer en esta batalla por erradicar ciertas conductas intolerantes que afectan de manera particular a las personas que sufren discriminación de cualquier tipo.

El Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), sabe dónde está parada hoy la sociedad argentina en términos de aceptación del otro/a. Pondera ciertos cambios que se consolidaron durante los últimos años, pero advierte que hay paradigmas que deben ser modificados en dirección a una sociedad más diversificada y menos discriminadora.

Ahora bien, más allá de la toma de conciencia social, también los poderes públicos del Estado deben contribuir a encarar esta lucha, que es mundial. De más está decir que los exabruptos del intendente de Pirané marchan a contrapelo de lo que se entiende debería ser la postura de un funcionario con alta representación comunitaria.

Así como todos/as debemos respetar que cualquier persona pueda acceder a un cargo público sin importar su credo, va de suyo que en esta época ya no hay lugar para que trasnochados inquisidores sigan condenando a otros seres humanos por su orientación sexual.