Bautista tiene 9 años y la condición de autismo. Él cursaba el cuarto grado en la EPEP 66 en el turno mañana hasta que su madre debió solicitar el pase a otro establecimiento tras denunciar discriminación de los directivos, que lo “excluyeron del salón a un espacio que era un depósito con telarañas, arañas y cucarachas para que esté junto a sus acompañantes terapéuticos. La solución de la docente y directivos fue excluirlo”, dijo.

Desde el viernes inició sus clases en la Escuela 82 “Luis Gaspar Ruiz”, junto a su nueva docente y compañeros de grado.

En diálogo con La Mañana, Celeste, la madre de Bautista, narró que “desde hace tiempo tenemos un malestar con la Escuela 66 por varios inconvenientes con docentes. Ahora la maestra de grado de mi hijo no lo quiere incluir en el salón, y la solución que nos dio la directora fue sacarlo del salón, de estar con sus compañeros y que vaya a otro lugar. A la maestra es como que le molesta tanto él como los acompañantes terapéuticos que están con Bautista, los trata muy mal y tiene muy poca predisposición hacia ellos”, aseguró.

Asimismo, apuntó que la solución que les dieron fue “buscarnos un salón aparte para que trabaje con su acompañante. Excluirlo fue la solución. En principio, la directora me dijo que estaría en el salón de Música y la semana pasada me llama el acompañante de mi nene y nos pide que vayamos a limpiar el lugar que le designaron porque era una mugre, con telarañas, arañas y cucarachas. Yo me acerqué y llevé todo para limpiar y me encontré con un depósito”, denunció.

Ante esta situación, Celeste llevó su reclamo a Educación Especial. “Hablamos con la secretaria del ministro Basterra, tuve una reunión con la directora y con los integrantes de la Asociación Padres TEA Formosa pidiendo mi pase. Ellos siguen negando lo ocurrido y aseguran que sus docentes trabajan muy bien”, detalló la madre de Bautista.

El viernes último, el pequeño comenzó sus clases en la sede de la Escuela Nº 82 del barrio Villa Hermosa. “La semana pasada, de casualidad fuimos a la EPEP 82 a dar una charla con el grupo de Padres TEA Formosa y allí planteé mi caso. Automáticamente la directora, Mónica Argüello, me ofreció su establecimiento para que vayamos, y mi hijo comenzó sus clases y está feliz. Sus compañeros lo recibieron con abrazos y aplausos. Fue un cambio grande”, dijo con satisfacción.

Sobre lo que les tocó vivir en la EPEP 66 “José Manuel Estrada”, Celeste dijo que fue “una muy mala la experiencia, algo muy feo porque eran sus compañeros desde la salita de cuatro años, pero no nos quedó otra alternativa”. Ese mismo viernes tuvo una reunión nuevamente con la directora de esa escuela y la maestra del cuarto grado, donde “ellos me dicen que no es así, que supuestamente la acompañante de mi hijo inventó todo eso. Ellos pretenden que yo vaya todas las mañanas para ver cómo es, pero las acompañantes de mi hijo son mis ojos. Ellas son las mismas que hoy siguen con mi hijo en esta nueva escuela”.