CLORINDA (de n/agencia) - “Más que nunca -por la pandemia del COVID-19 -, se tomó el tradicional ‘Carrulim’ para espantar toda la mala onda de este año 2020 para el olvido”, expresó a esta Corresponsalía de La Mañana Doña Carolina, instalada en su puesto de venta de frutas y verduras, donde alternaba la venta de la tradicional pócima de cada 1 de agosto.
El carrulim o caña con ruda es una tradición enraizada originalmente en el área guaranítica, especialmente en Paraguay y en el nordeste argentino, en provincias como Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, donde se la conoce como “caña con ruda”.
La creencia dice que cada 1 de agosto del año hay que beber siete tragos en ayunas para obtener sus beneficios, como entre otros, la renovación de la sangre para recuperar un estado de salud óptimo.
Feriantes
En el paseo de los feriantes de la pasarela de La Fraternidad fue amplia la oferta de las botellas preparadas con caña, ruda y limón, ofertados a 150 pesos el medio litro y 100 pesos el cuarto del preparado o sea la petaca más pequeña.
Lo curioso del caso es que la mayoría de los preparados estaban etiquetados con marcas tradicionales de caña paraguaya, traídas del otro lado de la frontera a pesar de las restricciones y los controles en el límite internacional.