Falleció este miércoles en el Hospital de Alta Complejidad el agente de Policía Fernando Javier Caballero, luego de permanecer una semana en coma tras la operación a la que fue sometido en Clorinda para borrar dos tatuajes que tenía en ambas piernas.

La noticia provocó dolor y congoja entre sus familiares, amigos y camaradas que esta semana realizaron una cadena de oración pidiendo por su recuperación.

El funcionario policial, quien era además un conocido jugador de fútbol de nuestro medio, fue operado el miércoles 25 del mes pasado en el Hospital de Clorinda con la finalidad de borrar los tatuajes que tenía en los “gemelos” de ambas piernas.

Se trató de una intervención quirúrgica programada con un equipo de profesionales conformado por un médico, una enfermera y una instrumentadora quirúrgica; todos actualmente detenidos por orden del juez a cargo del caso.

Aparentemente la operación se llevó a cabo sin inconvenientes, pero ni bien salió del quirófano el paciente se descompensó y sufrió un infarto que lo llevó a un coma profundo, del cual nunca pudo recuperarse.

En la emergencia fue asistido en el mismo hospital donde fue operado, pero después fue derivado a la capital provincial, pasando primero por el Hospital Central, luego por un sanatorio privado y, finalmente, por el Hospital de Alta Complejidad donde este miércoles a las 17.30 falleció tras sufrir un nuevo y letal paro cardiorespiratorio.

Durante la semana que permaneció internado en terapia intensiva, Caballero estuvo todo el tiempo conectado a un respirador artificial.

El agente de Policía Fernando Javier Caballero, tenía 34 años de edad, y muy conocido en el ambiente del futbol formoseño tras su paso por varios clubes de la capital y del interior de la provincia. La muerte lo sorprendió jugando para Defensores de Formosa.

Cirugía letal

La operación programada se llevó a cabo el miércoles pasado a las 17.30 en el Hospital de Clorinda. El hombre concurrió puntualmente como se había pactado y se sometió a la intervención quirúrgica que tenía como finalidad eliminar los tatuajes que tenía en ambas pantorrillas.

En circunstancias que siguen siendo materia de investigación judicial, Caballero se descompensó, se desmayó y sufrió un paro cardíaco. En medio de la emergencia fue asistido por el médico que estuvo a cargo de la operación y por otros facultativos que corrieron para ayudar al ver lo que estaba pasando.

Apenas pudo ser estabilizado fue evacuado de urgencia al Hospital Central, luego al Sanatorio Formosa y por último al HAC.

La situación del paciente fue crítica desde el primer momento, con daños irreversibles en el cerebro, dijeron a La Mañana fuentes cercanas a la investigación.

El juez Penal de Clorinda se hizo cargo del caso y ordenó en forma inmediata la detención del médico responsable de la operación y también de sus colaboradoras: una enfermera y una instrumentadora quirúrgica, los que están alojados en la Unidad Penitenciaria Provincial Nº 4 la segunda ciudad provincial.

Los tres estaban imputados en una causa judicial por el delito de lesiones gravísimas, pero a partir del deceso del paciente el caso será recaratulado como homicidio culposo.