En Chilecito, La Rioja, el malestar lo instaló el propio intendente, Rodrigo Brizuela y Doria, quien debió utilizar los medios de comunicación para exponer un problema que padece la localidad desde hace años. A fines de enero, las autoridades locales publicaron una bolsa de trabajo rural que buscaba recibir solicitudes de hasta 3.000 personas para la cosecha de la vid, la nuez y la oliva. Sin embargo, el intendente comunicó lo impensado: el primer día sólo se presentaron tres personas.
Entre los requisitos, se exigió: ser mayor de 18 años y tener disponibilidad horaria. La solicitud permite que se presenten hombres y mujeres. A ellos se les pidió que se acercaran con el DNI a las oficinas de la Secretaría de Producción y Medio Ambiente Municipal; también en las delegaciones municipales de cada distrito. La cosecha arrancó el 2 de febrero y, ante la poca adhesión, el intendente, junto al secretario de Gobierno, Ramón Carrizo, intensificaron la búsqueda de trabajadores para cumplir con los plazos rurales a término.
“Esto se hace desde que Chilecito es un valle productivo. Le dimos a la comunicación una impronta diferente en las redes, pero lo que sucede no es nuevo. Son trabajadores golondrina que en el mejor de los casos pueden tener trabajo durante cuatro meses. Eso depende de la productividad y el rendimiento. Pero como mínimo son dos meses laborales”, explicó Carrizo en diálogo con Infobae.
El secretario de gobierno local indicó que lo manifestado por Brizuela y Doria fue cierto y que el primer día sólo tres hombres consultaron. “El que es buen trabajador se queda. Mucha gente llegó a Chilecito para trabajar y luego permaneció acá, junto a su familia. El problema más grande es que la mayoría cobra planes del Estado nacional y, al tomar este tipo de trabajo, deben renunciar al otro beneficio. Entonces por dos o cuatro meses no quieren perder un monto que cobran durante todo el año”, contó Carrizo.