Ayer, se cerraba otra semana sin síntomas de reactivación en la actividad mercantil de Clorinda, producto de las medidas restrictivas que impuso Paraguay militarizando literalmente la frontera para impedir la entrada de productos argentinos.
Mientras la dirigencia, con el intendente Manuel Celauro a la cabeza, apuesta a una salida negociada al problema, los comerciantes y trabajadores informales del rubro, ven pasar el día a día sin la posibilidad de recuperar el trabajo, y en el caso de los últimos, dependiendo exclusivamente de lo que ganan a diario para subsistir junto a sus familias.
Un comerciante que lleva 40 años en el rubro, lamentó la situación y no ocultó su enorme preocupación de cara a fin de año, donde Clorinda tradicionalmente vende al Paraguay productos tradicionales de las festividades, a través de los comercios establecidos en esta frontera.
“Todo parece estar muy complicado, porque bajo la excusa de restringir la entrada de tomate y cebolla, la medida afecta a todos los productos argentinos, incluso en cantidades para consumo familiar”, consignó el comerciante en diálogo con esta Corresponsalía de La Mañana.