Cuando La Unión de Formosa había logrado el primer ascenso en 2005, buena parte de la prensa de básquet hacía referencia a lo que había resultado el destino. La Unión de Colón, institución fundada el 9 de julio de 1909, cerca de cumplir en ese momento 100 años, nunca había logrado llegar a la máxima división del básquet argentino. Cedió su plaza y en el primer año, un “La Unión” era de primera. Sin dudas que fue una gran satisfacción personal para Carlos Delasoie, su presidente y disparador de la idea de Mario Romay de poner a Formosa en el TNA.

Hoy, a 16 años de la firma que puso una mañana en Formosa, deja en claro que los lazos con Romay siguen muy firmes y disfruta de estos 16 años de la ida de uno de los ídolos máximo que tiene el básquet de Colón como él mismo se encargó de decir.

En comunicación con Ovación Radio -FM VIVA 102.3-, Delasoie recordó que “ese traspaso de plaza se hizo en base a la gran confianza que yo tengo con Marito Romay y por supuesto con la ayuda de este extraordinario gobernador Gildo Insfrán que tienen ustedes. Recuerdo haber estado allá en Formosa arreglando todo, después muy feliz que Marito haya podido ascender al poco tiempo a la Liga Nacional en la cual hoy se está manteniendo en base a un gran esfuerzo. Para nosotros -La Unión de Colón- era imposible seguir jugando Liga Nacional y hoy incluso se nos ha hecho muy difícil jugar Liga Argentina a pesar de la ayuda que tenemos del Gobierno de la Provincia”.

Revivió cómo surgió la chance de “La Unión de Formosa”: “En ese año, 2004, hablábamos con Mario asiduamente, es más, aún hoy no creo que pase una semana sin hablar con él. En ese momento lo hacíamos permanentemente más allá que no jugaba en La Unión de Colón. Le comenté que la situación estaba muy complicada y que íbamos a vender la plaza. El conversó con el Gobernador que ustedes tienen, que apoya extraordinariamente al deporte, y conversando llegamos a un acuerdo sin ningún tipo de problemas, en base a la gran confianza que yo tengo con Mario. El siempre se ha portado excelentemente bien con nosotros. Hay tres jugadores en Colón que son los más queridos que hoy todavía la gente los recuerda más allá de que pasaron más de 20 años, que son Mario Romay, Alejandro Coronel, que en paz descanse, y Calvester Ferguson. Fue muy fácil el arreglo porque cuando se hace con gente de bien, los negocios salen muy rápido y se cumplen al pie de la letra”.