Lucas Lugo, es un formoseño que vive en la ciudad de Shenzhen en China. Es bailarín y viajó hasta allá por trabajo en el mes de diciembre. Un relato en primera persona desde una de las ciudades atacadas por este virus.

“En lo posible no salimos del complejo habitacional donde vivimos y tratamos de no tener contacto con ningún grupo de personas. Realizamos la compra de alimentos y volvemos al hogar”, contó el joven quien destacó que “salimos con barbijos, alcohol para las manos y desinfectamos bien los alimentos”.

Por otra parte, comentó que tras varias semanas de alerta, los vuelos internacionales siguen suspendidos. “La gente de este país confía mucho en el gobierno y si les dicen que paren, la ciudad queda inmovilizada”, subrayó. Lucas debía haber regresado de esa ciudad el 10 de febrero pasado.

Sin embargo, a pesar del duro panorama, el joven llevó tranquilidad a sus familiares y amigos. “Estoy muy bien, preocupado como todos, pero junto a los integrantes de la delegación argentina gozamos de buena salud y no hay motivos para alarmarse. Esperamos que esto pueda superarse y la cosa vuelva a su normalidad por el bien de todos” manifestó.

Lucas Lugo fue durante diez años el coreógrafo del Ballet Provincial, se consagró campeón de malambo en distintas instancias nacionales y en el 2011 realizó varias presentaciones en Roma.