En la localidad de San Francisco de Laishí, el histórico puente de madera construido por fray Miguel Amondarain en 1903 resiste al paso del tiempo y la falta de mantenimiento, pese a su importancia como patrimonio sociocultura y religioso de la zona.
A 117 años de su construcción, permanece en pie su estructura compuesta por madera aserrada en el aserradero de los franciscanos.
Amondarain trabajó con ocho aborígenes y lo terminó en seis meses. Durante una de las visitas que realizó el gobernador Lucas Luna Olmos a Laishí, dijo: “Lindo puente de quebracho y urunday, como no existe hoy por hoy en todo el territorio de Formosa”.
Asombro
Si bien el puente ya no está habilitado para el tránsito vehicular, es utilizado a diario por las personas para atravesar ese sector del río Salado y con sólo mirarlo causa asombro el ingenio, la capacidad y el esfuerzo que se utilizaron para montar semejante estructura, con enormes durmientes de madera.
Claro que el tiempo hizo lo suyo, a lo que se sumó el estado de total abandono en el que se encuentra. A 117 años de su habilitación, hoy sólo es recuerdo palpable del espíritu de trabajo y progreso que proponían y concretaban los franciscanos en cada emprendimiento.