LAGUNA NAINECK - Como cada año, hay una historia que se repite, el drama de los productores bananeros que se enfrentan al dilema de dejar que la fruta se pudra en las chacras o dársela como alimento a los animales por falta de comercialización y bajos precios que no alcanzan siquiera a solventar los gastos de producción. Desde la Federación Agraria Argentina Filial Laguna Naineck lamentaron esta situación y confirmaron que “aquel productor bananero que está logrando vender la fruta consigue entre $ 1,50 a $ 2 por kilo, nada más”.
En diálogo con La Mañana, Pánfilo Ayala síndico de la FAA, fue tajante al afirmar que hoy, “el productor bananero formoseño sigue estando en la misma estaca”, haciendo alusión que “como en las últimas décadas, esta historia vuelve a repetirse para la mayoría de nosotros. Las bananas se pudren en las chacras o se tiran a los animales por no poder venderlas debido al ingreso de fruta extranjera de contrabando y los bajos precios en pleno pico de producción”.
Bajos precios y poca demanda
La gran preocupación de las familias de pequeños productores del sector pasa por los bajos y precios y la poca demanda. “Los que logran comercializarla consiguen que les paguen entre $ 1.50 a $ 2.00 el kg en chacra. Visitando y conversando con los productores de las colonias de Laguna Naineck me confirmaron su preocupación y angustia por la falta de comercialización y bajos precios de la banana”.
“Lo que quedó después de las lluvias y el exceso de humedad de principio de año no es mucho y la mayoría de los bananeros tenemos inconvenientes para la vender la fruta y los cachos terminan madurándose en las chacras. Se repite lo mismo que viene sucediendo en los últimos 20 años en pleno pico de producción: poca demanda y bajos de precios”, enfatizó.
Desde ayer comenzó a circular en redes un video en el que se ve a unos animales comiendo cachos de banana desde un pequeño acoplado. La imagen puede ser llamativa, pero esconde detrás el drama de cientos de pequeños productores que no pueden vender el fruto de su trabajo a pesar de ser Argentina uno de los países con mayor consumo per cápita de banana. El video pertenece a un pequeño productor de la Colonia Ceibo 13, jurisdicción de Laguna Naineck.
“Esa imagen es común para nosotros. La naturalizamos porque hace 20 años que nos pasa esto”, sostuvo con pesar Ayala quien además explicó que “entre los consumidores y nosotros, los productores, hay una distorsión. Hay una gran diferencia entre lo que ustedes pagan en las góndolas y lo que nos pagan a nosotros en las chacras”.
Como consecuencia de esta situación, los productores que tienen ganado utilizan la producción como forraje, cuando en verdad la fruta se produce para otro fin, que es el consumo humano. El mayor problema lo tienen los pequeños productores que no tienen hacienda alguna. “Si no tenés ganado propio, dejas que se pudra en la chacra”, relató el dirigente ruralista.
Reclamo con historia
Cabe marcar además que los planteos desde este sector productivo del interior provincial lleva años. En ese sentido, Ayala recordó que “en agosto de 2017 los productores llegamos hasta Buenos Aires para reclamar mejores precios y llevamos a cabo una manifestación que se conoció como el ‘bananazo’ en Plaza de Mayo y no solo fuimos nosotros los formoseños sino también hubo otros productores bananeros del país”.
Asimismo aclaró que las demandas de este sector se plantearon ante el Municipio local, la provincia de Formosa y el Estado Nacional en reiteradas oportunidades.
Según explicó el síndico de la FAA, éste “no es un problema de demanda de consumo, dado que según datos de la Secretaría de Agroindustria de la Nación el consumo per cápita anual de plátanos en el país es de 12,2 kilos, mientras que en el mundo es de 8,5. La producción bananera argentina se concentra con más de 5000 hectáreas en las provincias de Salta, Jujuy y Formosa. Desde el sector venimos denunciando en forma reiterada que en los últimos 20 años se redujo más del 75% del área de siembra en la Argentina por la falta de rentabilidad y el ingreso de banana de Ecuador, Brasil, Bolivia, Paraguay y Colombia. Estimamos que ingresa alrededor de 500.000 toneladas anuales. En nuestra zona de frontera nos enfrentamos, principalmente al ingreso de la fruta de contrabando desde Paraguay que tira por el suelo todo el esfuerzo del productor local que vino invirtiendo en mejorar la calidad, el rinde y la presentación de la fruta”, indicó Ayala.
Finalmente el dirigente explicó que, por la saturación del mercado, los pequeños productores quedan desplazados y en época de producción -que oscila entre mayo y septiembre- los volúmenes se entregan a un precio menor. Por eso, reclaman al Estado “políticas diferenciadas de proteccionismo, un precio mínimo de referencia, aplicación de una protección fitosanitaria y que las compras públicas de la administración nacional sean de bananas locales en vez de extranjeras”.