Es tiempo de "parate" para el solense, que a esta altura de la temporada por el certamen de la categoría superior se juega la posibilidad de acceder a las semifinales, sabiendo que dependen exclusivamente de sí.
Para el preparador físico Gustavo Pintos, sirve "el buen ejemplo que le dan los jugadores experimentados al semillero, que fueron protagonistas en el momento en que éstos no estaban y la satisfacción de los preparadores para que estos chicos estén a punto y entrenando siempre por más que no jueguen".
Agregó que "el trabajo arduo de ellos es gracias a las ganas que le ponen a la hora de cuidarse, siempre están en todos los entrenamientos y predispuestos para la ocasión que les toque estar", al tiempo que resaltó el trabajo en conjunto que realiza con Diego Aguayo, que está complementando todo lo que tenga que ver con la parte física del club.
De igual modo, rescató "el ejemplo que dan los jugadores que están hace años, ya que siempre están primeros en todo momento y más en las prácticas, dando el ejemplo para los chicos que recién empiezan a jugar en la Primera".
Un claro ejemplo de estos es Diego Villalba, capitán actual de Sol de América, ya que "es uno de los que no tienen egoísmo a la hora de enseñar y siempre está a disposición de todas las dudas y consultas que tienen los jóvenes".
Sol cuenta con un plantel conformado por 26 jugadores, de los cuales hay un par que están afuera por algunas sanciones a cumplir pero que igualmente van a los entrenamientos y se siguen poniendo al nivel de los demás para cuando les toque estar.
"Este es un club en donde las relaciones son como una familia, es lo primordial que se enseña y después está el hecho de ir todos juntos para lograr los objetivos que se proponen", en este caso desde la mano del nuevo técnico que demostró poder llevar al conjunto solense entre los mejores cuatro.
Mientras aguarda por saber cuándo jugará por la última fecha de la primera fase, los entrenamientos continúan en horas de la tarde donde la idea es ponerse a punto para lo que viene.
De acuerdo a lo señalado por Pintos, "en la parte física se trata de mantener la calma para que los jugadores estén más tranquilos a la hora de la verdad ya que en esta última etapa se ponen un poco alterados por querer jugar pero todo debe llegar en su debido momento".
A su turno, el masajista Juan José Brizuela, que lleva varios años en el club y es muy querido porque su oficio viene de herencia, dijo que "mi padre me dejó este legado ya que fue un experimentado en esta materia, pero en su pasado fue boxeador en la provincia de Buenos Aires en donde tuvo la posibilidad de aprender de esta función y de esta manera una vez estando en Formosa pudo trabajar de esto y ejercer en varios clubes".
Gracias a su papá Oscar, fue aprendiendo y terminó por amar este oficio que lo hizo parte de su vida. Desde muy joven, a los 15 años, Juan José comenzó esta carrera en diferentes clubes, uno de los primeros fue Sol de Mayo, luego pasó por Defensores de Formosa, Patria, 8 de Diciembre y actualmente en Sol donde está desde hace 12 años.
Las expectativas futbolísticas, a pesar de las suspensiones, hicieron posible seguir adelante y poder ganar los partidos siguientes para levantar el ánimo luego del encuentro suspendido contra San José Obrero, donde hubo que suplantar a los que no podían estar y tomaron conciencia de la responsabilidad que eso significa para lograr cumplir con el objetivo de ganar la mayor cantidad de los encuentros posteriores.
A su turno y por último, el jugador José Romero sostuvo que está "con muchas ganar pero sobre todo de jugar con la responsabilidad de dejar los tres puntos en casa y llegar a la semifinal".