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Un empleado robó dinero y bienes valuados en 250 mil pesos de una conocida agroveterinaria

El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del local y esto permitió identificar y encontrar rápidamente al ladrón, con la ayuda de los demás empleados de la firma



Un empleado de la agroveterinaria "Caballo Ligero" robó de la firma comercial dinero en efectivo, cheques y teléfonos celulares por un valor cercano a los 250 mil pesos, pero fue rápidamente identificado y en cuestión de horas apresado porque todo el hecho fue filmado y registrado por las cámaras de seguridad del negocio ubicado en el barrio Facundo Quiroga de nuestra ciudad.

Encargados y empleados del local contaron a La Mañana que para consumar el robo el desleal empleado -un joven de 21 años- inicialmente se apoderó de un manojo con todas las llaves de acceso y de las puertas internas del amplio salón de ventas emplazado sobre calle Roldán al 900 de esta capital.

"Las llaves desaparecieron entre el miércoles y el jueves", contó a este Diario la madre del propietario, pero la situación no llamó mucho la atención en ese momento porque era habitual que se extravíen pero luego eran halladas.

Como nunca pudieron dar con el puñado de llaves, el dueño del negocio compró un candado y el sábado, tras el cierre del local, colocó el dispositivo de seguridad en el portón de acceso y se retiró a participar del concurso de pesca de la Corvina de Río que se llevó a cabo en la localidad de Herradura.

Ni lerdo ni perezoso el mismo sábado antes de la medianoche el joven, que había sustraído las llaves del negocio donde había comenzado a trabajar hacía una semana, reemplazando a otro empleado que está de vacaciones, volvió al amplio galpón de la calle Roldán. Quiso entrar por el portón de acceso pero se encontró con el candado, elemento de seguridad que no pudo sortear. 

No se resignó y se dirigió a uno de los laterales del local, trepó la muralla y se metió al interior del salón por una pequeña ventana ubicada a tres metros de altura. "Sabía perfectamente por donde podía entrar", acotó uno de los empleados.

Luego bajó caminando entre grandes bolsas de forrajes y otros productos apilados contra la pared, dirigiéndose hasta el salón comercial donde está la caja registradora. Para entrar utilizó la llave de la puerta de acceso que tenía en su poder y una vez adentro tomó todo el dinero en efectivo y los cheques que había en ese momento, además de dos teléfonos de alta gama que estaban sobre la mesa.

Después salió del lugar haciendo el recorrido inverso y escapó en una moto rumbo al Circuito Cinco.

Prácticamente todo el robo fue filmado por las cámaras de seguridad instaladas en el local, incluso en un momento dado, el ladrón miró uno de los dispositivos y su rostro quedó registrado con suficiente nitidez.

Denuncia

Ayer, con el inicio de la semana laboral las actividades fueron retomadas normalmente en la agroveterinaria. Nadie advirtió nada extraño porque no había ningún desorden y todo estaba en su lugar.

Recién cuando revisaron la caja registradora porque los dueños necesitaban dinero de baja denominación para cambiar, cayeron en la cuenta del faltante, una cuantiosa suma superior a los 200 mil pesos, incluyendo los cheques.

Enseguida llamaron a la Policía y minutos después llegaron efectivos de la Comisaría Seccional Tercera.

Tras el procedimiento de rigor, las preguntas frecuentes y una inspección ocular en el lugar, los policías decidieron revisar los archivos de las cámaras de seguridad para verificar si había ocurrido algo extraño el fin de semana.

Las filmaciones despejaron todas las dudas y echaron luz sobre lo sucedido. Así, con la ayuda de otros empleados de la firma que conocían al ladrón y su lugar de residencia, se dirigieron hasta la casa de este último en el barrio Luján de nuestra ciudad, donde tras una breve vigilancia lograron interceptarlo y detenerlo. El joven circulaba en una moto de 110 cilindradas y al ver a los policías quiso escapar pero fue rápidamente aprehendido.

Al arresto siguió el secuestro de una mochila propiedad del delincuente, donde estaban guardados todos los bienes y elementos sustraídos: el dinero, los cheques y los celulares, que más tarde fueron reconocidos de su propiedad por el damnificado y propietario del comercio.


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