En un trabajo articulado entre APCD (Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo) y la Parroquia de Ingeniero Juárez se llevan adelante capacitaciones sobre “prácticas de relevamiento territorial” en comunidades originarias del Oeste de la provincia, a fin de fortalecer el protagonismo en la aplicación de la Ley Nacional Nº 26.160.
La iniciativa arrancó este año y se prevé que se desarrolle, por núcleos, a lo largo de este 2022. En diálogo con La Mañana, Gustavo Núñez, integrante de APCD, explicó que se pusieron a trabajar “ante la inejecución de la Ley Nacional 26.160, Ley Integral de Relevamiento Territorial para los Pueblos Indígenas, que data del 2006 y que tenía como finalización el 2010, pero que se fue prorrogando de a cuatro años, hasta el año pasado cuando no dieron los números en el Congreso y el presidente Alberto Fernández emitió un DNU prorrogando su vigencia hasta el 2025”.
Esta normativa nacional permite que “todas las comunidades originarias pueden integrarse y contar -más allá de la tierra titulada- el territorio, los espacios y el uso que hacen del territorio”, señaló.
En otro tramo de la entrevista brindada a este matutino, Núñez consignó que en la provincia existen aproximadamente 180 comunidades originarias, “pero solo una terminó el relevamiento porque le hizo juicio a la Provincia; fue La Primavera. El resto no tiene terminadas las carpetas técnicas y a nivel país, en 15 años solo se relevó la mitad de las comunidades”. Es por ello que, desde APCD junto a la Parroquia de Ingeniero Juárez se encuentran trabajando con estas capacitaciones en derechos “en el Departamento Ramón Lista, en los núcleos de comunidades. Allí explicamos qué es un relevamiento técnico jurídico y catastral; que no es solo la tierra que está dentro de los mojones sino todo el territorio: usufructo, donde están los cementerios, lugares históricos de búsqueda de chaguar para las artesanías, de miel, de frutos y peces”.
Es así que comenzaron con las capacitaciones que se llevan a cabo cada 45 días en diferentes núcleos de comunidades y que se extenderán hasta fin de año. “El primer núcleo donde hicimos la capacitación tuvo como centro la comunidad de Santa Teresa, donde se juntan las comunidades de María Cristina, Campo del Hacha, San Miguel, Palmarcito y Pozo de la Chiva. El otro es de Lote 8, donde se juntan vecinos de Tucumancito, Tres Palmas, Lote 1, y algunos de Palmarcito, al igual que en Santa Teresa. El tercer núcleo es Pozo Algarrobo, donde se junta gente de Batería, Villa Nueva y algunas personas de Lote 1”, detalló Gustavo Núñez, quien además sumó: “La idea es que para fin de año, tengamos hechas cinco capacitaciones. Ya concretamos dos, y mientras tanto la gente avanza con lo que hablamos en los talleres. En la última capacitación se avanzó con la cartografía comunitaria con toponimia y el reconocimiento de espacios, no solo dentro de los mojones de la tierra titulada. La idea es terminar el año con una cartilla o un libro con todo el relevamiento de cada comunidad”, adelantó.
Cartografía comunitaria
Asimismo, el referente de APCD agradeció “el trabajo conjunto y en red que demuestra la convicción compartida que los derechos de los pueblos indígenas deben garantizarse efectivamente para una sociedad con más diversidad cultural” y explicó que la cartografía comunitaria es un proceso participativo en el que una comunidad realiza mapas de su territorio, incluyendo lugares de interés histórico, ambiental, cultural y social. Este proceso permite sumar capas de información a los mapas, favorece la identidad cultural de las comunidades y es un registro de su historia que pasa a las generaciones jóvenes.
La cartografía comunitaria produce mapas que pueden ser utilizados en las escuelas, y permite incorporar tecnologías como fotos y mapeos satelitales.