El licenciado Diego Piccardo, economista de la Fundación “Libertad y Progreso”, aseguró a La Mañana que de acuerdo a las estimaciones actuales de esa entidad, en mayo de este año se registraría un incremento superior al 5% en la Categoría “Alimentos y Bebidas no alcohólicas”, mientras que el IPC general correspondiente a ese mes sería similar, debido a varios incrementos que se registraron en las últimas semanas en los combustibles, en la medicina privada y en diferentes áreas.
“En general, para abril se esperaba una inflación inferior al 6%, por lo cual fue una sorpresa para el mercado, y para la política, que no estaba preparada para un dato tan alto, como sucedió con el IPC del 6,7% para marzo”, opinó.
A su vez, el profesional alertó que si bien el porcentaje de abril fue del 6%, la denominada “inflación núcleo”, aquella que excluye a los alimentos, la energía y algunos precios regulados y estacionales, también conocida como “inflación dura o difícil de bajar”, fue del 6,7%, mientras que la de marzo había sido del 6%, lo cual revela que no sólo seguimos en un nivel alto de suba de precios, sino que también estamos en un nivel más alto todavía”, explicó Piccardo a este Diario.
“Que la ‘inflación núcleo’ haya llegado al 6,7% en abril significa que va a ser muy difícil bajar el nivel de suba de precios sin hacer algo distinto a lo que está haciendo ahora el Gobierno nacional. Lo más probable es que esta gestión nacional no pueda realizar algo diferente, porque no tiene ni las intenciones ni el capital político para poder hacerlo. Por ello, mis perspectivas para este año no son muy buenas”, evaluó.
Asimismo, ratificó la protección de una inflación del orden del 70% para el año 2022, y sostuvo que en la actualidad, ante cualquier nueva emisión de billetes nacionales por parte del Gobierno nacional, los precios de los bienes y servicios suben de inmediato.
A continuación, el experto detalló que hoy, apenas la ciudadanía recibe pesos, busca la manera de “sacárselos de encima”, comprando bienes antes de que vuelvan a aumentar de precio, como sucede con ciertos alimentos no perecederos y con otros productos.
“Aquellas personas que tienen capacidad de ahorro, lo que hacen es ahorrar en dólares, y otros, que no pueden atesorar billetes, lo que hacen es adelantar compras, y se ‘stockean’ de bienes no perecederos. Estas acciones se van a ‘afinar’ cada vez más”, agregó.
“Esta práctica hace que la velocidad de circulación del dinero crezca, lo cual ‘acelera’ aún más los aumentos de precios. Esto hace que el Banco Central pierda su poder de financiar al Tesoro mediante la emisión monetaria”, precisó.