El jefe de Prefectura Naval Formosa, prefecto principal Eduardo Escalada, adelantó este martes a La Mañana que la tendencia de bajante del río Paraguay se puede agravar en los próximos meses, y confirmó que el agua está por debajo del metro, por lo que su nivel actual ya no puede ser registrado por el hidrómetro ubicado cerca del Puerto local.

Informó que, ante esta crítica situación del caudal del río, se suspendió la navegación comercial nocturna frente al Puerto local.

Escalada recordó que en el mismo período del año pasado, el nivel del agua por las crecidas alcanzó a llegar al Mástil de la explanada del Puerto local. En contraste, ahora la escala ubicada en la costa del río Paraguay marcó un registro menor al metro de altura.

Ante estas condiciones, anticipó que la tendencia en bajante se puede agravar en los próximos meses: “Arrancamos el año en 3,99 metros en el nivel del agua del río Paraguay, para el 15 de junio pasar a 2,06 y a partir de ese momento los registros fueron descendiendo hasta quedar sin escala. En estos momentos, estamos por debajo del metro”, detalló el jefe de la Prefectura Naval Formosa.

Frente a la aparición de bancos de arena a causa del bajo caudal, comunicó que por razones de seguridad se dispuso la suspensión de la navegación comercial nocturna en jurisdicción de Puerto local.

“Para evitar acaecimientos u obstrucciones, estamos enviando alertas diarias a todo el tráfico fluvial que ingresa a nuestra jurisdicción radioeléctrica. Los capitanes o patrones de convoy saben de la problemática del río con informaciones permanentes que realizamos. Entre las 18 y las 20 horas se amarran a la costa y emprenden navegación a las primeras luces del día por seguridad”, informó el prefecto principal.

Adelantó que de continuar con la tendencia en baja y alcanzar niveles críticos para la navegación sobre el río Paraguay, “se tomarán medidas más estrictas” por razones de seguridad comercial.

Niveles extremos en un año

En poco más de un año, el río Paraguay en el Puerto local ya registró los niveles más extremos, con una altura de 9,72 en junio del 2019, y luego de varios meses de continuo descenso bajó a menos de un metro en diciembre de ese año, generando alivio a cientos de familias que sufrieron las consecuencias de la crecida.

Los altos niveles registrados en los primeros meses del año pasado llevaron a numerosos fieles católicos a reunirse en oración frente a las costas del río para pedir que bajen las aguas frente a la amenaza cierta de otra histórica inundación.

A finales de mayo del 2019, cuando el hidrómetro local ya superaba la marca de los 9,50 metros y se pronosticaban lluvias y más crecidas, decenas de personas, al pie de la imagen de la Virgen del Carmen, rezaron un rosario y celebraron una misa pidiendo para que bajen las aguas, cese la emergencia hídrica y que las familias afectadas puedan regresar a sus hogares.

En menos de un año, el río registró valores extremos y para los próximos meses, de continuar con esta tendencia, se aguardan nuevas marcas en sus niveles de bajante.