Cristina Luna tiene 77 años y fue a Corrientes dos semanas antes del inicio del aislamiento por la pandemia. Esta abuela es asmática, sufre de Parkinson y está viviendo una angustia que le produce extrañar tanto su casa
Cristina Luna tiene 77 años y el 1 de marzo, una de sus ocho hijos la llevó a su casa en Ituzaingó (Corrientes) para disfrutar unas semanas juntas. Al igual que otras tantas personas, fue sorprendida por la pandemia de coronavirus lejos de su barrio 7 de Mayo y no pudo regresar hasta el momento.
“En abril hicimos el pedido para que pueda volver a Formosa, nos pidieron paciencia y entendemos que son muchas las personas que quieren regresar, pero nos preocupa que su salud empeore”, dijo a La Mañana Cristina Quintana, hija de la mujer.
Esta abuela es asmática y sufre de Parkinson, pero más allá de cualquier cuestión física, pasa un difícil momento por la angustia que le produce extrañar tanto su casa y a su pequeña gata. En las últimas horas, fue trasladada a un centro médico en Ituzaingó y el médico que la atendió recomendó que sea vista por su médico, que se encuentra en Formosa.
Según Cristina, lo que más preocupa a hijos y nietos es el estado anímico de la abuela. “Mi viejita está muy mal anímicamente, creemos que se está enfermando de tristeza y además necesita ver a un médico especialista”, expuso. Añadió que “extraña mucho su casa y también a su gata”.
Por último, remarcó que los hijos están dispuestos a hacer la cuarentena junto a su madre si se hace efectivo el traslado hasta la provincia. “Vamos a cumplir con todo el protocolo que sea necesario para que ella esté lo antes posible de vuelta en su casa”, concluyó.