Testimonios recogidos en el Frutihortícola dan cuenta que desde la confirmación de un caso positivo de coronavirus en un transportista extraprovincial, que ingresó al mercado desde Jujuy con una carga de tomates, el ambiente comercial dentro del predio cambió, no sólo para los vendedores minoristas y mayoristas, sino también para los clientes que se acercan todas las mañanas a realizar sus compras de frutas y verduras. La actividad mermó y los alquileres de los puestos aumentaron.
A partir de que se conoció ayer un nuevo caso de covid-19 en Formosa con un transportista que no respetó la hoja de ruta y terminó en el mercado frutihortícola, comerciantes del predio ferial ubicado por la avenida Néstor Kirchner encendieron sus alarmas, principalmente con medidas más estrictas en higiene y salubridad en relación al tratamiento de la mercadería y el contacto con el público.
"El virus pasó cerca" opinó un comerciante de gas en la esquina del mercado, y ahora temen que la desconfianza de los clientes para acercarse a hacer compras, profundice aún más la tendencia en baja de las ventas. “Nos sentimos de alguna manera acorralados, porque tomamos recaudos sanitarios, como nos exige el protocolo, pero trabajamos con miedo porque el virus está cerca y no nos podemos dar el lujo de quedarnos en la casa a cuidarnos”, dijo Arsenio.
El vendedor de gas mencionó que desde el inicio de la cuarentena, el mercado sufrió una merma en la concurrencia de compradores producto de las restricciones en la movilidad. También, señaló que desde hace dos semanas, se reactivó el movimiento comercial en el lugar pero que no alcanzó a llegar a niveles de normalidad.
“Ahora el miedo es que se profundice aún más la crisis que estamos pasando. Porque la gente cuando ve o escucha un caso positivo se asusta y no quiere salir. Más aún si se trata de un transportista irresponsable que entró al mercado”, manifestó Ariel, consultado por el cronista de La Mañana en Vivo.
A su vez, lamentó que la Municipalidad haya aumentado el precio de alquiler de los locales ubicados sobre la vereda para la venta minorista. “La venta cayó un 70% en este periodo, sin embargo los impuestos aumentaron un 200%. Ahora necesitamos al menos 15.000 pesos para costear los gastos al mes, porque se nos sumó también la renta de los puestos que se fue a 190 pesos al día”, precisó.