El médico infectólogo Julián Bibolini detalló que, todos los pacientes que salen de alta (ya son 61) reciben un seguimiento según la edad y las condiciones en las que estuvieron durante el tiempo que permanecieron infectados con el COVID-19.
“Aquellos que tienen mayor comorbilidad (cuando una persona tiene dos o más enfermedades o trastornos al mismo tiempo), deben tener un seguimiento más estricto”, dijo, con controles que permitan corroborar su estado de salud en general. Éstos siguen después su tratamiento habitual con su médico de cabecera.
Sin embargo, aseguró que no van a quedar con defensas bajas y detalló que entre los 77 contagiados que tiene Formosa hasta el momento, ninguno tuvo complicaciones en particular.
Respecto a los jóvenes asintomáticos, se les hace un seguimiento único, que puede tener lugar en la localidad que vivan o en el centro de salud que les corresponda. “Sin embargo, no tienen mayores controles porque están bien”, remarcó.
“Es alentador que haya más altas. No quiere decir que se haya ganado la batalla, pero sí que se hicieron bien las cosas, un buen bloqueo”, dijo. Sin embargo, advirtió que probablemente se tenga que lidiar por más de un año más con el COVID-19, hasta que se logre una vacuna.