En diálogo exclusivo con La Mañana, la licenciada Eva Sacco, economista del Centro de Economía Política Argentina, Magíster en Desarrollo Económico y docente universitaria, aseguró que de acuerdo a un nuevo relevamiento del CEPA, en la Provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba, donde están radicadas el 61% de las empresas del país, la cantidad de concursos de acreedores y quiebras se duplicó, y siete compañías entraron en concurso o quebraron cada día hábil entre julio y septiembre de 2019.
En este sentido, se indicó que desde mayo de 2018, el nivel de actividad medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos acumula 13 caídas y sólo tres leves alzas. A su vez, se remarcó que la política de altas tasas sostenida durante la gestión de Cambiemos, intensificada a partir de la corrida cambiaria de abril de 2018 y reinaugurada el 1 de octubre luego del segundo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, tiene fuertes vínculos con este proceso de retracción en la actividad, afectando las ventas de las empresas y la propia viabilidad del sector productivo por el alto costo de financiamiento.
En lo referente a este tema, la economista aseveró que es “alarmante” el incremento no solo de las quiebras, sino también de los concursos preventivos. “Los sectores comercial e industrial de la Argentina atraviesan una situación compleja. El aumento de la cantidad de procesos concursales tiene que ver con la imposibilidad de varias empresas de afrontar sus compromisos. El concurso puede ser solicitado por el dueño de la empresa o por alguno de los acreedores”, explicó Sacco a este diario.
“Cuando se decreta el concurso, el juez nombra a un síndico, quien reorganiza los activos y pasivos con la finalidad de conseguir que la empresa o el comercio siga funcionando. Estos procesos son complejos. Suele producirse un quiebre en la cadena de pagos, y hay proveedores que pueden quedar sin cobrar aquello que se les adeuda. Y si se llega a la quiebra, eso significa la liquidación de la empresa”, agregó.
“En ciertas ocasiones, hay concursos y quiebras que se generan por una mala administración de la compañía, o porque se procura realizar una estafa. Pero existe un aumento sistemático de los procesos concursales y de las quiebras, que se ubicó en un 60% entre 2016 y 2019, y en un contexto de recesión económica. Esta situación no se puede generar porque la mayoría de los empresarios se volvieron estafadores. Hay una clara situación de crisis”, subrayó.
En otro orden, la profesional consideró que la próxima administración nacional debería decretar una “suspensión” de las liquidaciones, y fijar diferentes moratorias impositivas. También, propuso bajar las tasas de interés, y facilitar el acceso al crédito. “Si las empresas acceden a un financiamiento con menores tasas de interés, podrán reconstruir capital de trabajo”, apuntó.
“Por otro lado, hay empresas que tienen un nivel de morosidad muy importante, y que ya se encuentran fuera del sistema financiero. Por ello, hay que evaluar algún sistema de garantías o de fondos públicos que permita asistir a esas compañías”, apuntó.
Para finalizar, Eva Sacco consideró fundamental recomponer el mercado interno, que es el principal origen de la actividad de las pequeñas y medianas empresas de la Argentina. “Hay empresas que entran en crisis y después les resulta muy difícil reinsertarse. Por ello, hay que pensar en medidas que permitan ayudar a todas aquellas compañías que se ven afectadas no por una mala administración, sino por las consecuencias de la crisis actual”, manifestó.