* Por Héctor Washington
El comportamiento del fuego en el espacio exterior, al día de hoy constituye un enigma indescifrable aun para los especialistas, que dedican años enteros de su vida al estudio de los episodios de ignición fronteras fuera de nuestra atmósfera. ¿Cuáles son los límites de una llama expansiva liberada en el cosmos? ¿Hasta cuándo arde la materia en condiciones de microgravedad, gases y polvo galáctico diseminado en medio del vacío?
Aun para la ciencia más avanzada en los estudios de fenómenos astronómicos, el enigma sigue sin develarse desde el origen de la humanidad, cuando la cosmogonía ancestral Qom se aventuraba ya a dar respuesta incluso al origen de nuestros pueblos, tiempo en que la unión del hombre-animal y las mujeres-estrella, que bajaban del cielo por medio de cuerdas de chaguar, propició la procreación de la especie, donde el norec (fuego sagrado) supo ser un elemento determinante al liberarlas de toda condición malsana.
La travesía espacial “Saffire-1” ("Spacecraft Fire Experiment") fue diseñada por la NASA en 2016 para el estudio del comportamiento del fuego a gran escala en el espacio, su área de expansión, el sonido despedido por las llamas y el rastro dejado luego de la desintegración de la materia expuesta al calor extremo.
“Esta es la primera vez que ‘Pulsar Lich’ y ‘Norec’ se juntan para tocar”, confiesa a Cronopio Gastón Benítez acerca de lo que dieron en llamar “Fuego Espacial”, el show que ambas bandas darán mañana sábado a partir de las 23 horas en “Rosaguarú”, una apuesta artística integral de luces y sonido que busca amalgamar la resonancia folk-rock llameante y ancestral de “Norec” junto a las atmósferas del cosmos generadas por “Pulsar Lich” cual “metrónomo espacial”, como suelen definir su estética.
“Estamos presentando un show que se llama ‘Fuego Espacial’, una combinación de las estéticas de ambas bandas, ya que ‘Norec’ es el fuego sagrado y ‘Pulsar Lich’ hace un rock espacial con fuerte contenido sci-fi. Vamos a darle una intervención al bar ‘Rosaguarú’, que va a ir de la mano con esta temática que vamos a plantear del fuego espacial, que surgió por las ganas que teníamos de juntarnos con los chicos de ‘Norec’”, explicó Gastón a este Suplemento y rememoró: “Ya viene de la mano de compartir, hemos compartido juntos ya cuando entré en ese momento fugaz con ‘Guauchos’, junto a Juanma, Juanmi y Agustín. Hemos compartido también por otros lados la música y teníamos ya ganas de hacer esto hace rato. Las bandas están también sacando sus materiales… Estamos todos como ‘empezando de nuevo pero ya empezados’, por así decirlo”.
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“Pulsar Lich”: “Oí una voz, sentí el calor y subí…” (“Limbo”)
Desde una estética que orbita entre el orden y el caos danzando en el espacio infinito, “Pulsar Lich” propone un verdadero viaje sensorial a través de la exploración de sonidos y texturas que recogen influencias del pop y el industrial. En palabras de Gastón sobre la actualidad de la banda, “estamos terminando de mezclar una canción nueva que ya la estamos tocando en vivo. Se llama ‘1.000 kilómetros’, y también tenemos otras canciones nuevas prontas a sacar. Por otra parte, tenemos la idea de grabar una sesión. Queremos grabar para tener un material audiovisual tocado ‘rockeramente’, como manda”.
En “La segunda mitad de las cosas”, su primer disco de estudio, que vio la luz en 2020, exploran un amplio espectro lírico ensamblado desde la sonoridad con la estética buscada, maximizando el uso de sintetizadores en una ambientación en esencia rockera pero que puede virar hacia un sonido algo más pop por momentos. La impronta orwelliana del “doublethink”, también presente, nos retrotrae a una distopía incisiva de las redes sociales, las plataformas y la influencia de la virtualidad en nuestro tiempo.
“Norec”: “Es tu canción parte de mi fuego…” (“El recuerdo”)
Desde el primer destello que les dio origen, “Norec” es esa hoguera purificadora que ilumina y libera, y parece traducirse en el sonido en una traslación inmediata hacia la cultura ancestral. Nacida del cambio, la transmutación al calor de la hoguera que puede derretir el metal, evaporar las aguas de ríos enteros y acabar con las más feroces criaturas mitológicas, la banda se encuentra trabajando en el lanzamiento de un EP inicial de cinco canciones, con dos covers de Draco que se están dando a conocer sucesivamente a través de los meses.
Luego del lanzamiento de “El recuerdo” como primer corte de difusión (con las colaboraciones de lujo de Juan Cruz Torres en charango, Lucas Gordillo en ronrroco, Reinaldo Mamani en quenacho, chuli, sikus y zanka, Javier Casalla en arreglos de violín y viola, y Nicolás Rainone en cello), ayer vio la luz el estreno de “Llanto subterráneo”, cover de Draco que invita a recorrer el escenario intimista que le sirvió de punto de partida al artista de origen puertorriqueño, evocando los versos del poeta mexicano Jaime Sabines: “Recién parido en el lecho de la muerte, / criatura de la paz, inmóvil, tierno, / recién niño del sol de rostro negro, / arrullado en la cuna del silencio, / mamando obscuridad, boca vacía, / ojo apagado, corazón desierto. / (…) Voy a volverme un llanto subterráneo / para echarte los ojos en tu pecho”.
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Reeditando la habitual simbiosis que suele darse entre las bandas, la música y el público asistente, “Fuego Espacial” convoca a vivir un viaje sensorial a través de una gran exploración sonora. Gastón Benítez (voz, guitarra y programaciones), José Busso (bajo y programaciones) y Fabricio González (batería), de “Pulsar Lich”; y Agustín Garay (bajo y voz), Juanmi Castellani (guitarras) y Juanma Ramírez (batería y programaciones), de “Norec”, buscarán desentrañar desde la experimentación artística el secreto cósmico que desveló a la humanidad desde tiempos inmemoriales: una llama sagrada que puede viajar a una velocidad exorbitante hasta dar quizá con el latido acompasado de una estrella en constante vibración sonora.