El presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA), Pedro Cascales, afirmó a La Mañana que en la etapa de fraccionado de garrafas, sólo para “llegar a un punto de equilibrio” y generar “utilidad” a las compañías del rubro, el precio de cada garrafa de 10 kilogramos debería aumentar en unos $ 200, en promedio.

De acuerdo a datos de la CEGLA, al 1 de septiembre de este año, los precios máximos para las garrafas de 10 kilos son: $ 343,63 para el fraccionador, $ 603,16 para el distribuidor y $ 633,32 para la venta al público. A su vez, los valores para las garrafas de 15 kilos son: $ 515,45 para el fraccionador, $ 904,74 para el distribuidor y $ 949,98 para la venta al público. Estos valores no incluyen apartamientos, ni el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Para el caso de la venta al público, tampoco incluyen el Impuesto a los Ingresos Brutos y el costo del servicio de venta a domicilio.

Además, el referente empresarial brindó precisiones acerca de la estructura de costos del sector. “El precio del gas butano hoy es aproximadamente el 50% de nuestros costos totales, y es fijado por la Secretaría de Energía de la Nación. El otro 50% se compone por un 26% de costos logísticos, un 32% de costos laborales, un 34% de la inflación que mide el INDEC, por costos generales, y un 8% del dólar ‘Banco Nación’, por inversiones”, especificó.

En este sentido, reveló que según la Ley 26.020, en el caso de “todo lo que sea gas envasado”, la Secretaría de Energía de la Nación tiene que “actualizar” periódicamente los precios, para “cubrir los costos del sector y una rentabilidad razonable, que permita continuar con las inversiones”.

“Lamentablemente, esto está totalmente ‘desfasado’. Hoy, los costos no están siendo cubiertos. Estamos cubriendo cerca de la mitad de los costos”, subrayó; y alertó: “La Secretaría de Energía nos adeuda una asistencia económica transitoria desde febrero-marzo hasta la fecha, que equivale a un 20% de la facturación del sector; y para el momento en el que lo cobremos, por la devaluación y por la inflación que existe en la Argentina, ese monto se va a licuar de manera muy importante”.

En otro orden, el empresario remarcó que el gas licuado de petróleo “no solo se distribuye en garrafas y es utilizado por 20 millones de argentinos, sino que también se vende a granel, y es usado por comercios, escuelas, hospitales, al igual que pequeñas industrias”, entre otros ámbitos, por lo cual “es el energético más utilizado, después del gas natural”.

“Es una situación compleja. Esperamos que se resuelva bien, porque es un energético que afecta a mucha gente, y a toda la cadena industrial que abastece de insumos al sector del gas licuado de petróleo”, agregó.

A continuación, Cascales expuso que la escasez de neumáticos es otra situación que perjudica a la actividad del sector. “Pedimos que a través de la Secretaría de Energía de la Nación se nos habilite un cupo especial de importación, y que nos ‘agilicen’ los trámites de aprobación; y tenemos problemas serios para conseguir camiones para el transporte de las garrafas y del gas a granel. Nosotros tenemos que renovar la flota cada diez años, y estamos pidiendo una prórroga excepcional de un año sobre las unidades que se están venciendo”, relató.

Salarios

Por otro lado, de manera reciente, la entidad expresó preocupación ante la amenaza de paro de actividades anunciada por la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles, en el marco de las conversaciones que se venían desarrollando para la definición de futuros aumentos salariales.

“El gremio nos pidió dialogar sobre la actualización del salario para los próximos meses antes de que inicie octubre. Nosotros accedimos, a pesar de que la paritaria nos permitía no hacerlo hasta dentro de unos días”, mencionó Cascales.

“El lunes último, nos encontramos con un paro intempestivo, con una paritaria vigente. Todas las plantas del país estuvieron paradas. Por ello, le pedimos al Ministerio de Trabajo de la Nación que dicte su conciliación obligatoria”, contó.

A su vez, comentó que tras haberse dictado la conciliación obligatoria durante 15 días hábiles, medida dispuesta el lunes último, durante ese período no deberían existir conflictos que pongan en riesgo el abastecimiento de garrafas. “Esperamos poder llegar a un acuerdo dentro de ese período. En ese caso, no debería haber mayores problemas. En el caso de que no exista un acuerdo, el gremio puede retomar el cese de actividades que realizó anteriormente, y eso sí podría generar un faltante de garrafas en todo el país. En el caso de que se llegue a un acuerdo salarial, los aumentos de haberes también deberán ser trasladados a los precios”, acotó.