He logrado mantener largas conversaciones con el doctor Ramón Ulises Córdova. Los temas emergían en formas diversas, pero lo que me llamó la atención era cuando se refería a aquellos de 1955 que motivaron la Provincialización de Formosa. Relataba los sucesos con énfasis, dándole especial emoción a la narración.

A pesar de su juventud, Córdova formó parte del grupo de formoseños que viajó a la Capital Federal a entrevistar al Presidente de la Nación para solicitar la tan buscada medida. Por tal motivo, cuando el general Juan Domingo Perón saludó a los concurrentes en la Casa de Gobierno, le preguntó cómo se encontraba allí.

Lógicamente, era la culminación de numerosas reuniones que venían registrándose desde hacía varias décadas. Veinte años atrás ya se registraron reuniones de vecinos. Ahora soplaban nuevos vientos. El gobierno central compartía las necesidades de los habitantes de Formosa. Sin embargo, el trabajo de concientización fue intenso y costoso.

Se formaron comisiones que recorrieron el territorio haciendo hincapié en los beneficios que traería la medida. La tarea “inicial” era contrarrestar el tendencioso comentario que un grupo de vecinos manifestaba argumentando los cuantiosos gastos que ocasionaría una medida como la buscada.

Finalmente se organizó el viaje y se consiguió la entrevista con el general Perón para el día 5 de abril. Fueron 93 los territorianos que desde Formosa partieron hacia Buenos Aires en abril de 1955 para entrevistar al Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, para hacerle saber que los hijos de esta tierra ya estaban en condiciones de conducir los destinos de la nueva provincia que asomaba.

En barco viajaron la mayoría de los peticionantes. Otros en tren. En total fueron convocados noventa y tres representantes de Formosa, que entrevistaron al Presidente. Cumplido el propósito, regresaron a traer la noticia del éxito de la gestión.

Una decena de días después se trató en el Congreso de la Nación el proyecto de ley, lográndose la aprobación. El 28 del mismo mes fue promulgado por el Presidente.

El presidente del grupo explicó a las autoridades nacionales la importancia de la medida que buscaban. Aun cuando era conocida, al regreso la noticia fue vertida a los habitantes de Formosa.

La mayor de las tres hijas, la doctora Diana Salemi de Tobías, abanderada y egresada del Colegio Nacional “Gobernador Juan José Silva”, regresó a esta ciudad para asistir a la habilitación de un busto de su padre que lo memora en la plazoleta del Cincuentenario.

Evocó la gran capacidad de mediación entre las personas, dentro y fuera de la familia, y sobre todo, su amor incondicional a la tierra que lo vio nacer. Contaba que en cada viaje que realizaba a Formosa su padre no se cansaba de ponderar el progreso, la afirmación de la identidad cultural, el orgullo ante los logros, la persistencia en el esfuerzo, confirmada la bondad de las intenciones y la dirección de los objetivos en el camino emprendido.