pixel facebook
Viernes 26 de Abril de 2024

26 ° C Clima

Logo Editorial


HISTORIAS DE VIDA

Con el wifi de una comisaría, un joven originario se recibió de Profesor en Ciencias de la Educación

Se trata de Juan Davichi, de 35 años. La pandemia lo sorprendió un año antes de culminar su carrera. Se adaptó, y pasó de caminar 10 km por día hasta el instituto, a pedir prestado la señal de internet de la comisaría del barrio para recibirse.



Se dice que “la diferencia entre lo imposible y lo posible, depende de la voluntad de un hombre”. La Mañana comparte historia de vida de un joven formoseño de la etnia Qom, que pese a la distancia y a las restricciones por la pandemia, se adaptó a la virtualidad y se recibió de Profesor en Ciencias de la Educación.

Se trata de Juan Davichi, de 35 años, maestro MEMA, es decir, especializado en la enseñanza siguiendo las costumbres y legua materna de la etnia Qom.

Decidió estudiar el profesorado en Ciencias de la Educación para brindar un servicio a su comunidad y para demostrar a los más jóvenes que si él pudo, ellos también podrán.

Durante los años de estudio, caminó más de 20 kilómetros por día, entre ida y vuelta desde el barro Namqom hasta el Instituto Superior de Formación Docente “Félix Atilio Cabrera”.

Luego, a poco más de un año de recibirse, llegó la Pandemia, se suspendieron las clases presenciales y eso significó un gran obstáculo que requirió toda su fuerza de voluntad para superar el miedo a lo desconocido, como la modalidad virtual, y continuar.

Terminaron los días de largas caminatas, que muchas veces significaba pasar por zonas intransitables por el barro, o quizás muy oscuras para sentirse seguro, y tuvo que amañarse en el uso de las tecnologías disponibles para la educación online.

Si bien todo el equipo de profesores brindó un gran soporte para que lo lograra, la señal de internet en su barrio no colaboraba. “Me tuve que amañar, me iba a la escuela cercana para entrar a la computadora y cuando ahí ya se hizo imposible conectarme, me iba a la Comisaría del barrio, donde pedía prestada la señal Wi-Fi para seguir estudiando”, relató.

Ejemplo

Juan está casado con Gladis Núñez, quien también estudia el profesorado, y tiene una hija, de 15 años, que se llama Candela.

En diálogo con este Diario, mencionó que su madre, Luisa González, de 60 años, es su ejemplo a seguir. “El valor que nos transmite nuestros padres, es la primera semilla para obtener los frutos. En mi caso, mi mamá me brindó buenos valores, me habló sobre la importancia del estudio para poder ser alguien en la vida y, a su vez, para ayudar a la comunidad. Mi mamá es mi ejemplo, ella terminó sus estudios primarios a los 40 años, porque antes no pudo porque tenía que cuidarnos a nosotros sus hijos o tenía que salir a vender artesanías. Ella también se hizo católica y nos enseñó de la Fe a nosotros, sus hijos. Hoy ella es profesora de artesanías y sus pasos son la guía para los míos, y así espero que sea con mi descendencia”, manifestó.

“No fue nada fácil recibirme, tuve que dedicar mucho tiempo y esfuerzo para superar los obstáculos. Soy de la primera promoción, cuando se largó en 2016, mi esposa y mi hermana están a punto den recibirse también. Yo puedo dar fe de que se puede, siempre y cuando te brinden las herramientas necesarias para desarrollar la carrera, se logra. Una de esas herramientas que fuimos absorbiendo nos brindó la profesora Ana María, que cree en nosotros los originarios, que podemos recibirnos también”, comentó.

Admitió que la modalidad online no fue tarea sencilla. “Fue muy difícil para mí la virtualidad, con la pandemia nos tuvimos que manejar de esa forma. Todos los profesores se preocuparon y nos ayudaron a que podamos terminar la carrera. Nos costó mucho lo económico también, tuve inconvenientes con el tema de wifi, acá la señal es muy mala, tuve que ir al colegio o la comisaría para hacer las clases”, recordó.

“En mi comunidad si bien soy uno de los primeros que culmina la carrera, creo que sirve para crear confianza en los jóvenes y trasmitir que ellos también pueden lograrlo”, expresó.

Para concluir, aseguró que, a su modo de ver la vida, jamás se sintió de lado. “Nunca me sentí excluido, siempre me sentí incluido en la provincia de Formosa, en todos los ámbitos, muchas veces escucho que se dice que no hay inclusión, yo no lo interpreto así, en mi experiencia recibí mucha ayuda de muchas personas, mi experiencia es la mejor, por eso también es grande mi agradecimiento”, concluyó.



Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer