pixel facebook
Viernes 26 de Abril de 2024

33 ° C Clima

Logo Editorial


La inflación también castiga la actividad de kioscos y comercios barriales, que no pueden acceder a ofertas ni promociones

Desde la Unión de Kiosqueros advierten que en este escenario inflacionario “cualquier actividad comercial es inviable”



El delegado de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina en Formosa, Rubén Montiel, reveló que luego de la pandemia, los efectos de la inflación están afectando la actividad de estos pequeños comercios, con una brusca baja en las ventas y con precios “que suben prácticamente semana a semana”.

En declaraciones a La Mañana, el comerciante dijo que la inflación es un factor que también afecta al pequeño kiosquero, señalando que si bien “se sigue vendiendo, la gente empieza a comprar cada vez menos”.

“La situación es muy complicada”, reconoció, trazando un panorama dificultoso por las bajas ventas, y “porque las cosas siguen subiendo con listas de precios nuevos prácticamente todas las semanas”.

Comentó que en este tiempo de crisis, la gente empieza a buscar puntos de venta donde encuentre promociones en algunos productos, “y es ahí donde queda excluido el pequeño comerciante o el kiosco de barrio, porque no puede acceder a una compra en cantidad o de alto volumen para conseguir alguna bonificación que le permita hacer ofertas”.

Dijo que a ello se le suma que ninguno de los programas nacionales como “Precios Cuidados” llegan a los kioscos ni a los pequeños comerciantes de barrio.

En ese sentido, Montiel hizo notar que hay marcas de cualquier producto que ya no se pueden vender en los barrios, mencionando como ejemplo al aceite Natura: “Para qué lo vamos a traer si no lo vamos a vender, y pasa lo mismo con los productos de limpieza de marca”.

Contó que esta situación hace que no se pueda competir con las grandes superficies de ventas. “Es imposible”, dijo, explicando que “más que nada, la gente usa los comercios de barrios por la cercanía, por el horario en que llega de trabajar, y al mediodía busca su gaseosa o algo que le falte nada más, y después llega el 20 de cada mes donde se acude al fiado y al uso de la libreta”.

El comerciante reveló que a cierta altura del mes “se sigue dando fiado en los pequeños kioscos, a pesar de que cuesta cada vez más, porque lo único que queda es la confianza”.

Acerca de los sistemas de ventas, hizo notar que el kiosquero no puede acceder a los canales electrónicos de venta o por tarjetas, “porque el costo bancario es alto, y es un tema realmente de difícil acceso. No tenemos un volumen de venta considerable que justifique utilizar esos sistemas electrónicos”, apuntó.

Los altos costos del alquiler y la luz “hacen imposible mantener la actividad”

Más adelante, Montiel estimó en más de 4.000 el número de puntos de venta kiosqueros en la ciudad, desde los maxi-kioscos hasta los “kioscos-ventana”, como llaman a los comercios cuyos propietarios abren una ventana en su casa para tener un pequeño punto de venta.

También habló de los comerciantes que dejan los locales que ocupaban en la zona céntrica, por los altos costos de alquileres y de servicios, y se instalan en sus casas como puntos de ventas.

“Con los costos de los alquileres y de los servicios como la electricidad, es imposible mantener cierta actividad económica”, advirtió, señalando el caso puntual de la energía eléctrica “que se disparó mucho en los últimos meses”.

En este punto, reconoció que si bien hubo un subsidio del Gobierno para un porcentaje de los comercios, “igual la tarifa de luz sigue siendo alta”

En cuanto a las ventas, advirtió que vienen en retroceso ya desde hace mucho, y que se acentuaron después de la pandemia, recordando que las restricciones por el COVID-19 de alguna manera beneficiaron a los comercios de cercanía porque la gente no podía trasladarse mucho.

Precisó que la caída tiene que ver mayormente en el volumen, ya que, por ejemplo, antes se vendía en promedio unos 20 kg de pan y hoy solamente la mitad. “La gente sigue comprando, pero en menor cantidad: en vez de llegar un kilo, lleva medio; y eso pasa en todos los rubros”, acotó.

“Lo que es indiscutible es que bajó el consumo notablemente, porque la plata no le alcanza a la gente”, remarcó Montiel, quien insistió en señalar que “hay un contexto inflacionario en el que es difícil seguir funcionando en la actividad”.

Finalmente, y tras subrayar que la actividad comercial “empezó a caer desde el año pasado”, advirtió que “esto va a seguir así hasta que alguien venga a ponerles freno a las grandes empresas formadoras de precios en el país para que dejen de ganar con tanta voracidad. Alguien tiene que tomar medidas, porque en este escenario cualquier actividad comercial es inviable”, sentenció.



Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer