periodista fue asesinado a balazos, el miércoles último en el noreste de México, mientras Salía de su casa con su hija, que resultó gravemente herida. Antonio de la Cruz, de 47 años, era reportero del diario local Expreso desde hacía casi tres décadas. Su hija tiene 23 años.

Con la muerte de De la Cruz, son 12 los periodistas asesinados este año en México, el país más mortífero para la prensa. El periodista fue atacado a balazos en la puerta de su casa en Ciudad Victoria, capital del Estado de Tamaulipas, fronterizo con Texas, una región sumida en la violencia vinculada al crimen organizado.

Es el punto por el que cruzan más migrantes en forma ilegal a Estados Unidos, uno de los tráficos más lucrativos del crimen organizado en este momento.

La mayoría de los gobernadores del Estado, en los últimos 20 años, ha ido a prisión por corrupción o por asociarse con los cárteles del narcotráfico que dominan el Estado.

Expreso es un periódico que cubre todo tipo de noticias de la ciudad, incluidos temas de seguridad. Había recibido amenazas y ataques a lo largo de su historia. En 2012, uno de los peores años de la violencia de los cárteles, estalló un coche bomba frente a la redacción. Seis años después, en 2018, los sicarios dejaron una hielera con una cabeza humana en la que amenazaban al periódico por callar sobre las ejecuciones que ocurrían en la ciudad.

De los 12 asesinatos ocurridos este año en México, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) ha confirmado que al menos cuatro están directamente relacionados con el trabajo informativo de las víctimas.

Al margen de su trabajo en el diario, De la Cruz había sido responsable de prensa del partido Movimiento Ciudadano y del diputado local Gustavo Cárdenas Gutiérrez.