El propietario de la empresa de minibuses R&M, Raúl Montoya, dijo que si bien está en plena marcha la reactivación del sector luego de meses de un parate en la actividad por la pandemia del coronavirus, advirtió que todavía no se observa una situación de normalidad en el servicio por la marcada reducción en la cantidad de pasajeros respecto de la prepandemia.

“Estamos todos remándola”, graficó el empresario al contar a La Mañana la difícil situación que atraviesa el sector, pese a la reanudación de los viajes a distintas localidades del interior.

En este punto, marcó la diferencia de los servicios de minibuses con las empresas de colectivos “porque nosotros no recibimos ningún tipo de subsidios, como sí reciben ellos”, destacó.

“En estos primeros días de diciembre todavía no se nota una fuerte demanda, por lo que estamos esperando que cerca de las fiestas se incrementen los pasajeros. Todos esperamos el fin de año por el mayor movimiento que puede registrarse”, confió.

Las pocas empresas que quedaron después de las fuertes restricciones por la pandemia se encuentran realizando el servicio en forma normal hacia los distintos pueblos del interior. En caso de aumentar la demanda, como se espera para cuando se acerquen las fiestas, incorporarán más unidades para los distintos recorridos.

Detalló los recorridos diarios y costos de los pasajes hacia las localidades de Palo Santo (pasaje a $ 1.300), Comandante Fontana ($ 1.400), Ibarreta ($ 1.500), Estanislao del Campo ($ 1.600), Villa General Güemes ($ 1.800), San Martín 2 ($ 2.000) y Fortín Lugones (2.200).

“Hasta ahora no tocamos los precios”, dijo Montoya, quien espera que no aumenten los combustibles, aunque se quejó de las fuertes subas que se registran en los valores de los repuestos, así como de los elementos para el mantenimiento de las unidades.

En ese sentido, reveló que el costo de un service de cualquiera de las unidades que tiene en servicio “está por arriba de los 35.000 pesos, con cambios de filtros y aceite”.

Poder adquisitivo

“Nos acomodamos al poder adquisitivo de la gente”, destacó y señaló que tratan de continuar en la actividad aun pese a todas las dificultades económicas. Dijo que para ello “nos reinventamos con el servicio de paquetería”, y reveló que también cuentan con servicios fuera de la provincia.

No obstante, insistió en dejar en claro que “a la gente le cuesta mucho llegar a fin de mes” y que por falta de dinero dejó de hacer viajes que hacía, por ejemplo, en años anteriores, para visitar familiares o venir a la capital a realizar compras. “Hoy a la gente le cuesta mucho poder viajar”, remarcó.

“No podemos decir en el balance final que estamos perdiendo, estamos trabajando al límite y hay viajes en los que trabajamos a pérdida, pero en el balance no todo es pérdida; si no, bajaríamos las persianas y listo. Le buscamos la vuelta porque vivimos de esto”, concluyó Montoya.