Por Washington

Nuestro paso por el mundo supone un salto al vacío permanente, que es el otro, que es uno mismo; llegamos a él sin certeza alguna y sólo llevamos cuanto supimos encender en derredor. Es en ese vértigo incesante donde aprendemos a darlo todo por el otro, reflejo de mí mismo en la hora más oscura.

“Somos MUNDO” es una interpretación de nuestro universo intimista, de nuestros miedos, nuestros propios demonios, desde donde nos construimos a fuerza de tregua y agonía. Pero también es un reflejo de nuestra naturaleza incendiaria cuando brindamos cuanto somos para poner en marcha el globo.

Con más de 50 actores en escena y una puesta sumamente conmovedora, esta obra tuvo su estreno el último jueves en el Teatro de la Ciudad, a sala colmada, trascendiendo así el ámbito educativo que le dio origen, para devenir en un hecho social que concitó la atención del público más diverso.

Con los profesores Lucas Ramírez y Patricia Quinteros al frente de un gran equipo de trabajo y alumnos de las escuelas especiales N° 1, 7 y 12 y del Colegio Privado “Espacios”, con la colaboración del Instituto Superior “Espacios” y los profesores de la Escuela Especial N° 5 y “Vertiginosa” Acrobacias Aéreas, la idea de la inclusión dejó de ser un fin en sí mismo para conformar un grupo altamente profesional que logró interpelar desde lo emocional con cada escena, gestada desde el lugar de la experimentación a lo largo de lo que va del ciclo lectivo, con temáticas universales que nos atraviesan a todos: la búsqueda incesante en la otredad, la conexión con los demás, nuestras luchas en los momentos aciagos y la luz que podemos legar en nuestro paso.

“En el mundo (el cálculo ha sido confirmado) no hay dos personas que estén separadas por más de seis conocidos. Vivos y muertos pueden hacer por igual de eslabones. Y la ley de la entropía social hace que la cadena se acorte siempre. La tendencia irreversible es hacia el reconocimiento. Las explosiones demográficas son implosiones. Va a llegar el momento en que un solo hombre, el contra-Adán, se cruzará consigo mismo y se encontrará idéntico, ‘como dos gotas de agua’ o mejor dicho como una sola”. El escritor argentino César Aira da cuenta en sus “Mil gotas” de cuánto estamos hechos. Apenas un puñado de partículas tangibles que danzan en la sangre, pero dispuestas a diseminarse en nuestro encuentro con el mundo que nos hace.

No somos entelequia. Somos más que un sueño primigenio desde donde deseamos proyectarnos sobre la rueda que gira y nos mantiene en movimiento. Ofrecemos el corazón de puertas abiertas y se nos da imaginar e imaginarnos. Pero crecemos. Y emprendemos la búsqueda hacia el otro, que es un puñado de gotas en caída libre, es abismo y nos invita al arrojo. Y lo seguimos entre tantas almas que conforman el globo.

Como el amor, vertiginosa es su aventura y nos abrimos a compartir nuestro mundo interior, con todos sus matices, canciones e intensiones. Detonamos el sol y sus fulgores bañan otras gotas, que también son las nuestras.

Pero cegamos al otro y nos enceguecemos; buscamos a tientas y probamos también la espesura de la niebla, con nuestros propios fantasmas, nuestras propias miserias, mientras la rueda gira, implacable, sin contemplaciones, mientras pendemos boca abajo de nuestros propios miedos.

Cuando el mundo pesa en nuestros hombros, cuando encarnamos a Sísifo al borde de la pendiente, al filo del abismo, todas las gotas del orbe descienden en cascada y nos arrojan a nuestro propio vacío.

Miles de sombras nos abaten ahora y nos urgen decisiones. Nos atormenta el bullicio de sus voces y nos debatimos la renuncia o rearmarnos desde nuestros escombros.

“Somos MUNDO” recorre con precisión y crudeza las emociones más profundas que acunamos desde niños y las hacemos parte de nuestro entorno. Caemos en la cuenta entonces de que no somos meras sensaciones inconexas sino que de ellas forjamos nuestras relaciones con los demás. Siempre estamos a un paso del latido más próximo, que es también eslabón para alcanzar la conexión con los otros.

¿Qué legamos al mundo? ¿Qué tomamos de él mientras lo compartimos? ¿Nos aventuramos lo suficiente a ser con el que tenemos a nuestro lado?

“Somos MUNDO” dará una nueva función el martes 1 de octubre, a las 20 hs, en el Teatro de la Ciudad, como parte del cronograma de lanzamiento del Mes de la Inclusión, como las mil gotas de César Aira diseminadas por el orbe mientras somos barro y sangre, el abismo en el otro, que no puede más que lanzarse sin miramientos; apenas si atenuar la caída en su arrojo.