El ombudsman provincial, José Leonardo Gialluca, puso formalmente en conocimiento al intendente Jorge Jofré y al presidente del Concejo Deliberante, Darío Di Martino, de las observaciones que la Defensoría del Pueblo efectuó al proyecto de ordenanza sobre pirotecnia aprobado por el Cuerpo Legislativo el pasado miércoles 4.
En tal sentido, señaló que “con la categoría de pirotecnia que se pretende prohibir, están permitiendo la comercialización, depósito, transporte y manipulación de productos pirotécnicos conocidos como petardos, 3x3, 12x1, bengalas grandes, tortas, elementos de cotillón para grandes espectáculos, entre otros, los que por el fuerte impacto sonoro que provocan, afectarán a bebés, a niños, a las personas con Trastorno del Espectro Autista, personas con discapacidad, adultos mayores, animales domésticos y otros”.
“Asimismo –añadió Gialluca-, hemos resaltado en las actuaciones interpuestas que la falta de prohibición de determinadas categorías de pirotecnia no quedaba salvada con el límite de 65 decibeles propuesto, por cuanto ese índice no es un parámetro viable y aplicable en relación a la pirotecnia y sus efectos dañinos”.
El defensor dijo que espera que los concejales “que tuvieron la valentía de acompañar y sancionar el Proyecto de Ordenanza de Regulación de la Pirotecnia para nuestra ciudad hagan lugar a las observaciones técnicas concretadas desde este organismo de la Constitución, toda vez que las asociaciones con las cuales trabajamos buscan la utilización de la pirotecnia lumínica y de la sonora de bajo impacto, que es aquella que está demostrado que no perjudica a los sectores vulnerables antes descriptos, lo que sí se producirá si se mantiene el proyecto tal cual fue sancionado”.
“Entendemos que por un ‘error involuntario’ de los legisladores, se ha permitido que se continúe con la utilización y comercialización de pirotecnia sonora de muy alto impacto, que es justamente lo que buscamos entre todos eliminar”, apuntó.