El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó ayer que la inflación correspondiente al mes de agosto fue del 4%, y que el avance del índice general de precios acumula un 30% en los primeros ocho meses del año. A su vez, en la comparación interanual -agosto de 2019 contra igual mes del año pasado-, la suba llegó al 54,5%. Los rubros Alimentos y Bebidas no Alcohólicas (+4,5%), Salud (+5,2%) y Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (+6,1%) son los que más aumentaron durante el mes pasado. Por otro lado, en lo que va de 2019, el Capítulo Alimentos y Bebidas no Alcohólicas subió un 33,3%, y acumula un 58,8% en el último año.
En lo referente a este tema, la licenciada Candelaria Botto, economista, docente, redactora del portal informativo Filo News y coordinadora en la organización Economía Femini(s)ta, aseguró a La Mañana que el impacto de la depreciación del peso que se generó luego de las PASO se verá reflejado en la inflación de setiembre.
“Si bien el 4% es un número muy alto, y termina de dar fin al sendero de desaceleración que había comenzado hace algunos meses, se espera que para setiembre la inflación sea más alta; y esto tiene que ver también con la metodología que utiliza el INDEC para el Indice de Precios al Consumidor. Se miden las semanas, y luego se hace la ponderación. Por ello, el ‘impacto total’ de la devaluación se observará en el mes siguiente”, explicó Botto a este diario.
Por otra parte, la profesional consideró que el Gobierno nacional está en condiciones de reasignar partidas y cumplir con la declaración de emergencia alimentaria que ayer obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación.
“Los recursos están, y este tema tiene que ver con las prioridades. Es una decisión política complicada, porque la emergencia alimentaria fue declarada en el marco de la crisis de 2001, por lo cual resultará difícil para Cambiemos efectuar un anuncio de este tipo. Pero la realidad es que se vive una situación muy difícil para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras, y en especial para las mujeres, que es uno de los sectores en condiciones de mayor vulnerabilidad. Es necesario que el Estado se haga cargo de las necesidades del conjunto del pueblo trabajador”, agregó.
En otro orden, la especialista consideró que el bono de $ 5.000 que propone el Gobierno nacional podrá ser pagado por aquellas empresas que tengan capacidad para cumplir con ese compromiso, y que las pequeñas y medianas compañías son las que tendrán mayores dificultades para afrontar esos pagos.
“El nivel de cumplimiento tendrá que ver con la estructura de costos que podrá afrontar cada empresa. Si bien es esperable que los empleados y empleadas exijan por lo menos un bono en un contexto de alta inflación y fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios, hay muchas pequeñas y medianas empresas que no se podrán hacer cargo de ese costo adicional. Falta una negociación entre las PyMEs y el Gobierno para analizar cómo puede llegar este ingreso a los trabajadores y trabajadoras”, aseveró.
“Estamos en una situación muy tensa, con una ‘economía real’ en crisis, caída salarial, baja en el consumo y en la producción, y una gran dependencia de los humores de los mercados externos. Por ello, el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, llamó a generar un gran acuerdo entre todas las partes para poder encontrar soluciones y dejar de lado los ‘paliativos’ que terminan afectando a diferentes sectores”, manifestó Candelaria Botto.