A raíz de las lluvias caídas aguas arriba del riacho El Porteño, la salinidad de ese curso se mantiene por debajo del máximo recomendable, por lo cual es apta para riego.
El laboratorio del IPAF NEA del INTA registró en su última medición un nivel de sales disueltas de 1,4 deciSiemen/metro (dS/m), cuando el máximo tolerable es de 3 dS/m.
La causa es la cantidad de agua caída en la cuenca de El Porteño que lavó las sales disueltas y por lo tanto hace tres semanas que el agua es apta para riego.
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