El representante técnico de la empresa Ingeniería Vial & Ambiental E.V.A. S.A, ingeniero Héctor León, estimó que el primer Centro Ambiental de Recuperación y Deposición final de residuos sólidos de la provincia debería estar en funcionamiento entre mediados de noviembre y diciembre de este año.

La obra representa una inversión de 600 millones de pesos y se ejecuta en el marco del Programa de Gestión Integral de los residuos sólidos urbanos (GIRSU), financiada a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ubicada en el predio donde actualmente está el vaciadero municipal, en el barrio San Antonio de esta ciudad.

“Tendría que estar terminado para mediados de noviembre. Como toda obra puede sufrir alguna demora por cuestiones climáticas pero para fin de año debería funcionar. Desarrollamos primero la parte de proyecto ejecutivo, después la parte de construcción con tres patas fundamentales: el saneamiento del predio, la construcción de la infraestructura y la operación por dos años del relleno sanitario”, explicó a La Mañana.

Remarcó que el primer impacto positivo de la obra es que el predio que estaba altamente contaminado por años de disposición no controlada será saneado y por otro que todo lo que se haga a partir de fin de año con los residuos será en condiciones ambientales más amigables.

“Vamos a tener una red de monitoreo de agua y se harán controles ambientales para evaluar la evolución y los cambios en el sector”, sostuvo.

En este momento se trabaja en el movimiento de suelo y la limpieza de la basura del sector con mucho desplazamiento de máquinas y equipos pesados, que genera empleo a unas 20 personas, seis provenientes de Buenos Aires y el resto de Formosa; mientras que durante la obra civil se demandará el trabajo de unas 60 personas.

Detalló que además del amplio espacio para el tratamiento final de los residuos, el Centro Ambiental contará con un sector administrativo con oficinas de vigilancia y control, vestuarios, baños y comedor para el personal.

“También contará con un galpón de servicio para la reparación de máquinas y equipos. En otro galpón se instalará la línea de separación para el reciclado de residuos y un tercero que estará conectado a la planta de separación donde se acopiará todo el material reciclado para su posterior retiro. Eso en lo que hace a la parte edilicia, pero en la parte ambiental o de tratamiento de residuos haremos el módulo para la deposición final de los residuos sólidos para un plazo de cinco años, que incluye excavación e impermeabilización, la caminería, iluminación de todo el predio y una planta de tratamiento de los líquidos lixiviados que se generan por la descomposición de los residuos sólidos”, comentó.

El proyecto ejecutivo contempla además dejar armado los módulos en el mismo predio para otros 15 años, que sumado a los cinco iniciales, totalizan un periodo de ocupación del predio por los siguientes 20 años.

Remarcó que otra parte importante que dejará el desarrollo de la obra, contemplada en el contrato, será la entrega de maquinaria pesada como topadora, una excavadora; más otros equipos viales nuevos.

“La empresa que representamos es de Quilmes y desarrollamos varias obras en distintos puntos del país. La última que me tocó desarrollar fue en Viedma, Río Negro. Trabajamos en Gualeguaychú, Entre Ríos, y estamos con una obra en Concordia. Santiago del Estero, Calafate. Tenemos una amplia experiencia en lo que es el tema ambiental. Somos una empresa con una presencia importante en este rubro y estamos capacitados, con la experiencia y el conocimiento necesario para desarrollar este tipo de obras en Formosa”, indicó.

Impacto positivo

A todo esto, la jefa de obra y encargada de la construcción del Centro Ambiental de residuos sólidos, ingeniera Carola Golabek, destacó y valoró el impacto positivo que tendrá sobre el medioambiente una planta de tratamiento de esta naturaleza.

“Estoy muy contenta que me hayan elegido como jefa de obra acá porque es un proyecto muy interesante porque para Formosa es el primero de estas características y hacerlo desde el minuto cero. Cuando llegamos era todo basura en un predio de dos hectáreas y sanearlo nos llevó su tiempo, más las lluvias que generan trastornos pero ahora ya estamos en la etapa de relleno y construcción de los módulos; mientras que en poco tiempo comenzaríamos la obra civil”, agregó en diálogo con La Mañana.

La superficie ocupada en forma inicial es de dos hectáreas por los próximos cinco años y se extenderá a unas 20 hectáreas con la implementación del proyecto en un plazo a 20 años.

“Nosotros vamos a hacer unos 300 metros de asfalto nuevo. Dentro de la planta, en el sector de edificio habrá pavimento y los galpones estarán bajo techo por lo que no habrá problemas cuando llueve, dado que los terraplenes tendrán ripio y vamos a poder circular sin inconvenientes. Esta obra generará un impacto ambiental favorable para toda la ciudad”, concluyó.