El proyecto Cristian se inició en el año 1993, cuando asaltan la Escuela Especial Nº 1. Cristian, un alumno del Instituto San Martín, toma conocimiento de esta situación y habla con sus compañeros para ayudar a esa escuela. Comienzan a trabajar, pero Cristian muere. Su legado, de igual forma, cumplió 25 años
"Trascender es seguir viviendo", dijo en una entrevista Juan Alberto Badía hace unos años. Cristian lo logró. El proyecto Cristian se inició en el año 1993, cuando asaltan la Escuela Especial Nº 1, un hecho de público conocimiento. Cristian era alumno del Instituto Privado General San Martín y toma conocimiento de esta situación y habla con sus compañeros para ver si podían ayudar a esa escuela. Cristian comienza a trabajar, pero fallece en clases de Educación Física, cuando formaba para la asistencia, y llega al hospital ya sin signos vitales.
En diálogo con La Mañana, Karina Portillo, profesora de Psicología en un 5º año de la institución y una de las que organiza el trabajo junto con otra docente, Amelia Molinas, sostuvo: "Imagínate lo que es para un adolescente perder a un compañero de esa manera y más aun teniendo en cuenta las características de Cristian. El siempre era muy solidario; la mamá nos contaba que cuando alguien no tenía el dinero para tomar el colectivo, él iba y los buscaba para traerlos al colegio o para jugar básquet, que es lo que practicaba también".
Portillo contó que la profesora de ese curso, que se encontraba entonces desgarrada por la pérdida y tan consciente de la ausencia, les propone a los alumnos, como forma de contenerlos, llevar adelante el proyecto de Cristian. "Todo el curso se pone a buscar donaciones o a ver qué le faltaba a la escuela". Con los años, la directora de la Escuela Especial Nº 1 les dice que están bien las donaciones, pero que sería importante pasar un día con ellos. Así, hace tiempo, los chicos van y les preparan el desayuno, realizan juegos recreativos con ellos, bailan, cantan, pasan toda una jornada con sus pares de la otra escuela. "Es una gran fiesta para ambas instituciones educativas", celebró.
Este año, la experiencia del proyecto cumplió 25 años. Sí, el legado de un adolescente que deseaba ayudar a otros fue inmune a su muerte y también al paso del tiempo.
En este aniversario, no sólo el 5º año 1º división formará parte de la iniciativa, sino que también se invitó a los chicos de 6º para que colaboren y acompañen. Son 40 alumnos y un objetivo común: ayudar al otro. "Comenzamos a trabajar ya finalizando junio. Los chicos hacen alcancías y van pasando por los cursos; todos van colaborando; se realizan actividades donde para jugar los chicos aportan y de esa manera vamos recaudando para poder llegar a la fecha", contó.
"Es el proyecto institucional más grande y más importante que tenemos por ser un proyecto solidario. Los chicos, al principio, no entienden mucho, pero cuando van y pasan un día con los otros chicos entienden mucho más sobre la importancia de ser solidarios. Creo que si hace 25 años seguimos trabajando con el mismo proyecto, el espíritu de Cristian vive en este proyecto que trae algo de lo solidario que él siempre manifestó en todo lo que hacía".