Hace ya dos años, el padre Salvador Gurrieri vivía momentos de despedida de Formosa, porque al retirarse la Orden Franciscana de la provincia, él también debía irse por obediencia propia de la vida religiosa, aun cuando ama a esta ciudad. Su destino era Corrientes. Sin embargo, un decreto del superior de la Orden a nivel nacional dio marcha atrás con el traslado y permite que el querido sacerdote permanezca en Formosa, la tierra que ama.

“Estoy muy contento, porque para mí, Formosa es mi ciudad. Me encuentro feliz entre los formoseños, porque si bien es cierto que soy rosarino, hace añares que estoy acá y me cautivó ese espíritu simple y sencillo de la gente de esta tierra”, dijo en diálogo con La Mañana.

La decisión de la Orden Franciscana no es algo menor para el padre Gurrieri, porque el estilo de vida religiosa impone el voto de la obediencia: más allá de sus deseos de permanecer en Formosa, debía irse a Corrientes para vivir en fraternidad con otros frailes, tal como es la forma de vida fundada por San Francisco de Asís. Sin embargo, en el corazón de fray Salvador siempre estuvo el deseo de quedarse.

De esta manera, Gurrieri queda como el último representante de la Orden de Frailes Menores (OFM) en la provincia. Él mismo recordó que los franciscanos están presentes desde la fundación de Formosa, y fueron fundamentales en muchos sentidos, no sólo el misionero religioso, sino en cultura, industria y tecnología.

Presencia

Nacido en Rosario el 6 de setiembre de 1929, Fray Salvador ingresó a la Orden Franciscana en 1947 y el 1 de agosto de 1954 fue ordenado sacerdote. Durante su ministerio ocupó diversos servicios, tan disímiles como fructíferos: de cuidar la estancia franciscana en Laishí pasó a integral el Gobierno de la Orden, en Roma. La Catedral lo tuvo como párroco durante 11 años y se hizo conocido por sus misas para los niños, en las que siempre remataba sus homilías con un chiste que encerraba una gran enseñanza.

En Formosa también dejó su impronta asesorando a la Renovación Carismática Católica diocesana, regional y nacional, y hasta a la Sociedad Rural de Formosa.

Actualmente se desempeña como capellán de la Policía de la Provincia y lo fue de la Policía Federal. Sigue celebrando la Misa. Tiene publicados ocho libros; el más reciente es “Historia de la Virgen del Carmen de Formosa”. Esta obra se sumó a “El templo de Nuestra Señora del Carmen”, “Primer Encuentro Nacional de Predicadores”, “Relatos de una Querencia”, “La Alegría de Vivir”, “Los múltiples caminos de un peregrino” (autobiográfico), “Francisco, pecador de santo”, sobre la vida del santo de Asís, y “Vivir con Alegría”. Además, editó el DVD “Sonriendo con Fray Salvador”, en el que repasa las humoradas con las que finalizaba sus famosas homilías de domingo por la mañana.