El párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced de Las Lomitas, padre Fabián Mongelós, mantuvo un breve encuentro con el Papa Francisco, tras la audiencia general realizada este miércoles en el Vaticano. Lo hizo junto al también sacerdote formoseño Marcelo Araujo, actualmente formador en el seminario La Encarnación.

Consultado por La Mañana, el padre Fabián contó que fue una alegría muy grande poder participar de la audiencia papal gracias a la intermediación de la Nunciatura Apostólica, la cual gestionó para que puedan estar en primera fila.

Durante su alocución, el Papa habló de la fortaleza, que el sacerdote formoseño consideró fundamental para todos, y especialmente para quienes están consagrados. “Tenemos que pedir siempre a Dios que nos dé la fuerza y fortaleza para seguir caminando”, dijo.

Finalizada la audiencia, llegó el encuentro cara a cara con Francisco, quien se alegró de saber que estaba ante dos formoseños. “Nos hizo unos chistes, se acordó de nuestra Diócesis y nos mandó muchos saludos. Nos preguntó cómo andaba el obispo Conejero y también monseñor Adolfo Canecin, ya que también es formoseño, que es obispo de la Diócesis de Goya”, describió.

El padre Fabián continuó relatando que el breve encuentro con el Sumo Pontífice “fue un momento de alegría, de reírnos, de compartir. Nos contaba que por la cantidad de gente que debía ver, apenas iba a almorzar un sándwich y se iba a la cama. Nos llamaba mucho la atención que, a su edad avanzada, porque tiene 87 años, estaba con tanta alegría y entusiasmo saludando a toda la gente y hablarnos, quedarse ahí con nosotros”.

Francisco también le preguntó al padre Marcelo Araujo cómo está el seminario La Encarnación, donde se forman los futuros sacerdotes de todo el NEA.

Finalmente, Francisco bendijo a los dos sacerdotes formoseños y envió a través de ellos la bendición para toda la Diócesis de Formosa. Un tema no se tocó porque es algo que siempre preguntan al Papa: cuándo vendría a la Argentina.

Viaje

La presencia de los sacerdotes en el Vaticano se dio porque en un comienzo iban a ir a Tierra Santa, pero por la guerra entre Israel y Palestina, se cambió la opción. A partir de ahí se gestionó el poder participar de la audiencia papal, con la posibilidad de estar con el Papa unos segundos. “Es un regalo, una gracia y algo muy precioso para nosotros”, subrayó el padre Mongelós, quien hace dos años es párroco de la comunidad de Nuestra Señora de la Merced, de Las Lomitas.

Dijo que algo muy fuerte para él y para el padre Marcelo es que Francisco sea argentino, que haya estado ahí junto a ellos y que hayan podido rezar por toda la Iglesia, sobre todo donde hay guerra.

“Rezamos por la paz, para que terminen estas guerras que hay, y velar siempre por este bien común. Por eso decía que necesitamos este don de la fortaleza, una de las virtudes que tenemos que pedir constantemente a Jesús, a Dios, a su Espíritu Santo para que podamos vivir como cristianos. El Papa da una frase muy fuerte: que estamos invitados a ser verdaderos cristianos, testigos de él hoy en este mundo que a veces está tan dividido”, expresó el padre Fabián.

Llamó a la feligresía a pedir al Señor de poder vivir más en comunidad, ser solidarios, vivir sin tantas divisiones, peleas, sino saber que todo depende de Él y es para Él.

“Hay que tratar de disfrutar lo que el Señor día a día nos regala; no esperar lo que vendrá, sino que hoy, lo que tengo, disfruto, amo, lo valoro, lo aprovecho como signo de gracia y como regalo de su providencia”, concluyó.

Invitó a sonreír y vivir con alegría, pero “sin dejar de denunciar lo que hay que denunciar, porque eso no anula aquello que si está mal, está mal. Pero que todo eso no quite el gozo y la esperanza de vivir”.