Una joven madre de Villa Lucero, en la zona norte de la provincia, denunció que murió su bebé por negligencia del personal de los Hospitales de Naineck y Laguna Blanca, al habérsele negado una ambulancia para trasladarla a Laguna Blanca y no haberla intervenido estando en trabajo de parto.

En declaraciones a La Mañana, Romina Ojeda relató: “Yo cumplí los 9 meses de embarazo; mi marido llamó al hospital de Naineck para que me puedan llevar a Laguna Blanca por los dolores y las contracciones que me daban, pero le dijeron que me tenía que ir por mis propios medios”. El hombre aseguró que le “negaron la ambulancia”, por lo que trasladó a su mujer en moto hasta Laguna Blanca.

Una vez allí, “me revisaron y me pusieron un suero que ni ellos sabían. Yo lo sentía a mi bebé moviéndose en mi panza, pero me dijeron que no escuchaban supuestamente sus latidos. Me hicieron una ecografía pero no la hicieron bien”, siguió contando a este Diario, aún internada tras la operación a la que fue sometida.

Además sostuvo que el médico “no hizo nada”, sino solamente decir que la tenían que derivar a Formosa. “Yo lo sentía –insistió-; ahí nomás me tenían que operar de urgencia”. Sin embargo, el bebé nació ya sin vida.

“Lo único que quede claro es que los culpables son el Hospital de Naineck y el de Laguna Blanca, porque camino para Formosa yo sentía las pataditas de mi bebé pero ellos no me hicieron bien la ecografía ahí. La responsabilidad de ellos era hacerme una cesárea de urgencias. Para no hacerla, por irresponsables, me mandaron para Formosa”, remarcó con dolor.