El aroma del palo santo es un suspiro del monte ancestral, una caricia de la naturaleza que despierta recuerdos olvidados.

Hoy, 19 de abril, nos reunimos como una familia estudiantil para celebrar nuestra rica herencia como pueblo Wichí. En este día, no sólo reconocemos los procesos por los que hemos luchado y seguimos luchando sino que también reflexionamos sobre el significado profundo de nuestra resistencia. A pesar de los desafíos que hemos enfrentado en tiempos y el trágico hecho violento que lamentablemente ha ocurrido, seguimos adelante con determinación y esperanza.

Nuestra conexión con la tierra es fundamental. Somos reconocidos por el monte, el río y la naturaleza. Son elementos que no sólo nos rodean sino que también nos definen y nos conectan profundamente con nuestra identidad como Wichís. En esta tierra, nuestras raíces se entrelazan con las raíces de los árboles y nuestra historia se entrelaza con la historia misma de la naturaleza.

En una perspectiva individual, quiero dirigirme a las mujeres de nuestra comunidad, quienes con su arte del chaguar han tejido historias que son verdaderamente inspiradoras y representativas de nuestra identidad como pueblo. El hilo del chaguar no tiene límites, va transformando nuestra identidad como Wichís.

En lo personal, al reflexionar sobre aquellos tiempos antiguos en los que nuestro pueblo sufría, era maltratado y discriminado, reconozco los desafíos enormes que enfrentaron nuestros ancestros. Aunque no estuve en esos años, comprendo la importancia de honrar su memoria y aprender de su lucha. Lamentablemente hemos sido testigos de hechos violentos que marcaron profundamente nuestra historia.

Así es, compañeros. Nosotros, los que somos los productores del futuro de nuestra tierra, hemos pasado a ser valorados. Incluso si algunos no lo desearan. ¿Qué tenemos? Voz. Una voz que resuena con la riqueza de tradiciones, una voz que reclama justicia y una voz que inspira cambio. Y no podemos olvidar nuestra historia. Tenemos historia.

Y mientras concluyo estas palabras, no puedo pensar por lo alto los profundos agradecimientos a Francisco, ser querido que con su amor y sabiduría, nos ayudó a encontrar el camino hacia adelante. Reconocemos su derecho ancestral a la propiedad comunitaria de nuestras tierras, así como la importancia de asegurar una educación que respete nuestras lenguas y culturas. Que su legado continúe inspirándonos y guiándonos en nuestro camino hacia un futuro de justicia y respeto. ¡Que viva nuestro pueblo Wichí!

HERNÁN GALI GONZÁLEZ EN PRIMERA PERSONA

Soy Hernán Gali González. Tengo 23 años y nací y crecí en la comunidad WichÍ de La Mocha, Ramón Lista, Formosa, Ubicada a 562 kilómetros de la capital. Para mí, es un verdadero orgullo pertenecer a este pueblo. Me identifico con el río y el monte. Que nos rodean, ya que forman parte esencial de nuestra identidad y felicidad.

Desde pequeño, siempre estuve interesado en la rica literatura de mi pueblo, una tradición ancestral que ha sido transmitida de generación en generación. Mi pasión por las historias y leyendas de mi comunidad me llevó a profundizar en mis raíces y a explorar la riqueza cultural de los Wichís.

Motivado por esta pasión y curiosidad, decidí enfocar mis estudios hacia la literatura Wichí, optando por el Profesorado en Letras en Formosa. Aquí estoy adquiriendo sólidos conocimientos sobre literatura y lenguaje, así como una comprensión más profunda de la importancia de preservar y difundir nuestra herencia cultural.

Durante mi trayectoria académica, tuve el privilegio de recopilar los cuentos y mitos Wichís, contribuyendo así a la preservación de nuestra identidad cultural. Además, me impulsa ser parte activa de iniciativas comunitarias que promueven la lectura y la escritura en nuestra lengua, fortaleciendo el orgullo y la conexión de nuestra comunidad con su legado literario.

Mirando hacia el futuro, aspiro a seguir avanzando en mis estudios y a contribuir aun más a la preservación y promoción de la cultura Wichí. Mi objetivo es liderar proyectos que fomentan la valoración de nuestra herencia literaria y a continuar siendo un agente de cambio positivo en mi pueblo.