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Cuando se acaban las certezas: la pandemia pone en jaque los modelos económico-sociales



El FMI solicitó a los estados mayores inversiones públicas para salir de la crisis que desató el coronavirus.

Pellízquenme… el organismo, nacido para ser la policía financiera del mundo tras las guerras mundiales, ajustador serial por naturaleza, ha cambiado su libreto.

Si algo bueno puede salir de esta tragedia de la humanidad es que ciertos dogmas económico-financieros han colapsado.

El tiempo del capitalismo financiero, que acumulaba fortunas obscenas en pocas manos sin generar trabajo ni distribuir riqueza, parece acabado.

Las corporaciones multinacionales, a caballito de la globalización, el libre tránsito de mercaderías sin pago de aranceles, y trasladando las factorías de producción para aprovechar el trabajo semiesclavo del Asia-Pacífico, generaron desocupación de cientos de millones y debilitamiento de los estados nacionales, así como evasión de impuestos que desfinanciaron y colapsaron los estados sociales de Europa y buena parte del mundo; han encontrado un freno, de manos de un virus ignoto, uno de los tantos que sus mismos mecanismos de producción generan.

Esta pandemia nos ha recordado, también, nuestra condición humana, la finitud de nuestra naturaleza, y nos hace patente que “nadie se salva solo”.

Como un espejo que nos recuerda nuestra fragilidad, parece que acumular riquezas no nos pone a cubierto de estas plagas.

No basta incluso que cada uno haga bien su parte; si “el otro” no se cuida, me pone en peligro. Ese hedonismo donde cada cual sólo debe buscar la propia felicidad, parece ahora no tan aplicable.

Soy yo y mi circunstancia, el otro; los demás, por efecto de un virus, entran en la nueva ecuación.

Y ante estas nuevas circunstancias, lo que dábamos por cierto ya no lo es.

Quien puede dudar que EEUU o Europa, en su opulencia y sus sistemas de salud tan avanzados, tenían ventajas comparativas para enfrentarlos.

La realidad demuestra que ello no alcanza, sino que se vuelve vital la estrategia del poder político para usar los muchos o pocos recursos de que dispone.

Los más ricos equivocaron los rumbos, priorizaron la economía por sobre la prevención, y acumulan muertos e infectados y su economía se deterioró igual.

Pero ya no pueden recuperar la vida de sus ciudadanos.

La prioridad es la vida de los ciudadanos

En conocimiento de nuestras severas carencias y limitaciones, Alberto y los dirigentes de la oposición con poder real y territorial, tuvieron la habilidad de unir fuerzas para enfrentar con mejores posibilidades la pandemia.

Con menos recursos, logran mejores resultados en los hechos.

Entendieron que su primera responsabilidad es con la vida de los argentinos.

Ninguno ha arriado ninguna bandera ideológica.

Ni Alberto ha dejado de ser peronista ni Larreta o Morales dejan de ser lo que son.

Pero ante la crisis, tienen claro que la prioridad es la vida de los ciudadanos.

Por supuesto que no hay unanimidad sobre la cuestión.

En ambas trincheras hay extremistas.

Y juegan con fuego, y con la vida de los demás.

De esto también aprenderemos, a marginar a los extremistas de siempre.

Porque en esencia, somos comunidad.

Y en todo colectivo hay disensos; por eso tan importante es preservar el sistema democrático.

Nos permite procesar las disidencias priorizando el interés común, y resolviendo los desacuerdos con el voto.

Pero cuando esto pase, que pasará; habrá que tener memoria para premiar y castigar como sociedad a los egoístas, que sólo piensan en sus intereses sectoriales.

Y habrá miles de héroes anónimos que destacar.

Cada agente de la seguridad, del sistema sanitario público, los trabajadores de las actividades esenciales que le pusieron el pecho a las balas, y sobre todo el ciudadano común que se sacrificó meses encerrado y con angustia para ayudar desde su lugar de lucha a preservar la salud del colectivo.

Que por cierto ellos son más e infinitamente más valiosos que cuatro locos anti todo.

Gracias a ellos, habrá un mañana.

Tengamos la inteligencia de hacerlo lo mejor posible.



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