La 17º edición de la Fiesta Nacional de la Corvina de Río, que se desarrolló entre el 8 y el 10 de este mes en Herradura, presentó una amplia gama de atractivos para los visitantes, y en el sector destinado a los feriantes se pudieron apreciar las artesanías de los originarios de las etnias Toba y Wichí de la Ciudad de Formosa, San Francisco del Laishí y El Potrillo.
En la misma carpa también estaban incluidos los trabajos de artesanos de Alberdi, Paraguay, y a lo largo de los tres días fue una de las carpas más concurridas por lo particular de cada una de las propuestas.
La propia gente que pasó por el lugar resaltó que fue un espacio destinado al rescate de las tradiciones de los pueblos originarios, donde primó la diversidad y el pluralismo cultural.
"Debemos transmitir nuestras tradiciones y costumbres en la casa y en la escuela"
Luisa González es Maestra Especial de Modalidad Aborigen (MEMA) de la Escuela Nº 1 del barrio Namqom y presentó junto a un grupo de mujeres originarias trabajos en cestería, portatermos, bolsos y canastos confeccionados en forma manual con hojas de palma y totora.
"Este trabajo es muy sacrificado porque para juntar la totora, hay que ingresar a los espejos de agua con el riesgo que eso representa, porque no se sabe lo que puede haber abajo. La recolección de la materia prima es peligrosa, pero los conocimientos en este tipo de artesanías los difundimos y enseñamos para que no se pierdan. Esto lo aprendí de mi mamá y lo transmito a mi familia y a los alumnos para que esta parte de nuestra cultura siga viva", comentó a La Mañana.
Afirmó que estos valores deben ser inculcados entre los niños y jóvenes, porque las artesanías representan un patrimonio cultural del pueblo Qom, al igual que la lengua materna.
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