pixel facebook
Miércoles 08 de Mayo de 2024

26 ° C Clima

Logo Editorial


Hablando de cambios

Una columna de Tona Galvaliz



Hoy en esta nota te voy a compartir una partecita de mi historia cuando viví un cambio radical en mi vida y fue lo que en ese momento me ayudó a reacomodarme a mi nueva realidad.

No me gusta hablar de mí y ser autorreferencial, pero creo que dadas las circunstancias puede ayudar.

Hace 15 años aproximadamente me vine a vivir a Bs. As., la capital de la Argentina, donde resido actualmente.

En ese tiempo me surgió la necesidad de un desarraigo, de vivir experiencias nuevas con mayores desafíos, buscando superarme y crecer.

Sabía que me enfrentaba a un reto difícil, sobre todo por ser correntina criada con valores y tradiciones típicas nuestras, y por otro lado por ser mujer.

Ir a vivir a una ciudad con velocidades, tiempos y dinámicas típicas de una gran metrópoli, al principio no me resultó nada fácil, al contrario.

Para acomodarme mejor, primeramente vine sola, acompañada únicamente de mi hambre y sed de superación.

Lo más duro y que me rompió el corazón fue dejar en Corrientes a mis hijos adolescentes, comprendiendo que los hijos siempre necesitan a los padres, no importa la edad que tengan, y en especial necesitan de la mamá.

Convencida, no podía comprometerlos y menos traerlos a tanta novedad en la que aún no me sentía segura.

De modo que quedaron en Corrientes todo mi mundo, mis seguridades, mis afectos, mi familia y hasta mis logros o prestigio laborales del momento. Dejé TODO.

Siempre tengo presente, y en ese momento más aun, que en la vida todo tiene un costo, y yo asumí el mío con valor, coraje y determinación, respirando hondo, sacando pecho y mirando para adelante.

Ya estando en capital, no entendía nada, todo me costaba y aún me cuesta mucho.

Todos mis logros o éxitos tienen muchísima dedicación, estrategia, perseverancia, compromiso, siempre cuesta arriba, pero ya estoy acostumbrada a que se me den de ese modo las cosas.

En definitiva, lo que conseguí y consigo es con voluntad y corazón, y esa no sería la excepción.

Muchas noches lloré miedos, soledades y añoranzas familiares, muchos amaneceres me sorprendieron rezando con el alma de rodillas, pidiendo a Dios su luz, su guía, protección y cuidado para mí y para los míos.

Muchas veces confié, creí y fue un error. Otras tantas me equivoqué, me caí, pero rápido me levanté.

Me hice muchas preguntas, y no siempre encontré respuestas. De todo aprendí y salí favorecida y fortalecida.

  • ¿Como asumir nuevos desafíos?

Me sirvió tener claro de dónde venía y hacia dónde quería ir, mi estar presente, mi aquí, mi ahora, para superar las novedades que el día presentaba, creer en mí y confiando en mis recursos y capacidades.

Con el tiempo, poco a poco, todo mi mundo se fue acomodando, fue tomando una nueva forma de vivir y mis sueños se iban haciendo realidad…

  • Lo que me ayudó acomodarme a lo nuevo:

-Entender que es clave aceptar los cambios de cada instante y no resistirse a ellos.

-Me decía a cada instante: “Todo está bien y estará cada vez mejor”.

-No aferrarse a nada, mirar siempre para adelante y no para atrás.

-A ser paciente frente a lo desconocido, ver lo bueno de lo malo, lo perfecto de lo imperfecto, con ilusión.

-Confiar, si bien hay desconciertos, también hay posibilidades, hay opciones, hay salidas, para encontrar y descubrir.

-Confiar en mi intuición, escuchar esa voz interior que habla directo a la consciencia, indicando el camino y los movimientos precisos.

-Apelar al sentido del humor con optimismo frente a tragedias, dramas o problemas.

-Cuidar lo que pienso y cómo pienso, qué siento y qué elijo o decido hacer.

- Darle la bienvenida a lo desconocido. Tener claro que para vivir cosas nuevas hay que hacer cosas nuevas.

-Confiar en Dios, fuente de vida, de todo bien, creer en su asistencia, dar por hecho que Él cuida su obra y que tiene el poder de transformar todo mal en bien mayor.

¡Tal vez vos, al igual que yo en ese momento, hoy necesites reacomodarte, porque tu mundo de ayer, también como el mío de ese entonces, quedó atrás!

En la vida puedes lograr todo lo que te propongas, sólo se necesita una cosa: tú mismo.

No busques afuera las respuestas que estás necesitando para transitar tu novedad y vida de hoy. Todo está adentro tuyo.

Busca en tu interior, confía en Dios, confía en ti, confía en la vida, ellos esperan de vos.

Te mando un abrazo inmenso.



Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer