El jueves último se conmemoró el Día Internacional contra el Acoso Escolar o el Bullying, un comportamiento intencional, repetitivo y de poder que causa dolor físico o emocional a los niños en la escuela.
Con el fin de concientizar sobre los riesgos que este método de violencia conlleva en todo el mundo, en esta fecha se busca “visibilizar la importancia de poder hablarlo, de ponerlo en palabras, y también en pensar actividades de prevención y promoción”, declaró la licenciada en Psicología Emadix Mariel Schnidbaner, integrante del Servicio Técnico Interdisciplinario Central (SeTIC).
Sobre el tema, profundizó que “el acoso escolar es una situación que ocurre entre pares (de edades similares) en el ámbito educativo, dentro del aula y tiene la característica de que se sostiene en el tiempo de manera sistemática, en un hostigamiento que puede ser físico, psicológico, verbal -como insultos-, hacia otra persona y muchas veces puede darse parte de un grupo”.
En este punto, aclaró que si la situación se da por parte de un adulto hacia un niño, “no es acoso escolar”, sino que “tendría otra denominación”.
Es por ello que indicó que “es muy importante entender el concepto desde un enfoque relacional, de derechos y no hablar de víctimas ni de victimarios, sino de una situación que se da entre pares”, enfatizando que el enfoque también debe estar en poder “identificar el tipo de situación que está ocurriendo en el aula”, ya que “no todos los escenarios de violencias pueden ser llamados bullying”.
Asimismo, acentuó que “los padres pueden reconocer esta situación; por eso, desde el organismo hablamos sobre la importancia de prevenir estos escenarios y de promover el buen trato entre pares”.
“Como familia y como comunidad estamos encargados de que los niños puedan expresarnos si sufren algunas de estas situaciones dentro de la escuela”, explicó; y aseveró que “es importante generar espacios de confianza con los chicos para que puedan comentar si sufren de acoso escolar”.