La semana próxima regresa el FMI para auditar la economía argentina. Lo hará luego de que el ministro Martín Guzmán acordara en Arabia Saudita, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, que el país iba a autorizar nuevamente al organismo a controlar las cuentas públicas del país, algo que no pasa desde 2017. Sin embargo, un vocero del FMI le aseguró a este medio que el próximo viaje tiene como objetivo “continuar las discusiones técnicas con funcionarios del Ministerio de Economía sobre el programa económico y la estrategia de deuda de las autoridades”.
“Las reuniones también serán una oportunidad para continuar definiendo los próximos pasos con las autoridades”, agregó.
Se trata de otro paso en la normalización del vínculo con el FMI, de cara a un nuevo acuerdo. El Gobierno de Alberto Fernández cree que ese nuevo esquema de revisión le va a permitir una mejor posición y un marco de referencia técnico para hacerles una propuesta a los acreedores privados, y convencerlos de que efectúen una quita.
Cerca de Guzmán esperan “guiños políticos” desde Washington y confían en una resolución rápida, aunque saben que muchos fondos “jugarán el fleje”, en metáfora tenística.
La delegación estaría encabezada nuevamente por Julie Kozack, directora adjunta para el Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de la misión para la Argentina.
La revisión prevista en el Artículo IV del estatuto del FMI es un análisis de la información estadística que cada país miembro está obligado a aceptar por el solo hecho de pertenecer al organismo. No obstante, Argentina rechazó ese control entre 2007 y 2015 en el marco de la intervención del Indec.