De acuerdo a la agencia Xinhua, un grupo de arqueólogos locales halló antiguos restos de gigantes, cuya altura superaba los 1,9 metros. Si bien en Occidente el tamaño no sorprende, el promedio actual de los hombres chinos es de 1,65 cm y hace dos siglos, los especialistas calculan que eran entre 10 y 16 centímetros más bajos.
"Hemos llegado a esta conclusión después de estudiar los huesos. En vida, sin duda, eran aún más altos", comentó Fang Hui, jefe del Centro de Estudios de Historia y Cultura de la Universidad de Shandong.
Los investigadores consideraron que los restos pertenecen a miembros de la civilización neolítica Longshan, quienes vivieron allí hace 5.000 años, durante el final del periodo neolítico y que se caracterizaron por su excelsa destreza en la fabricación de cerámica.
"Creo que esta cifra se explica por la presencia de abundantes fuentes alimenticias a las que estas personas tenían acceso", añadió.
El hallazgo fue realizado en las excavaciones cerca de la localidad de Jinan, al este del país, en 2016 y, además, encontraron fragmentos de más de 100 edificios, más de 200 enterramientos y alrededor de 20 fosas de sacrificios.
Los investigadores sostuvieron que tanto los huesos como las estructuras edilicias demuestran que "tenían condiciones de vida bastante favorables, ya que la estructura de las viviendas contaba con dormitorios separados y otras estancias".