En medio de versiones de todo tipo y a la espera del primer parte oficial del día, continúan los movimientos controarreloj en el puerto de Comodoro Rivadavia. Desde que asomó el sol en esta ciudad, operarios y personal militar trabajan para adaptar el remolcador Sophie Siem para transportar el mini submarino que la Armada de los Estados Unidos facilitó para el rastrillaje.
Este mini submarino arribó ayer a bordo de un avión C-17, matrícula 8197. Su presencia en el operativo es clave porque viene con una cámara hiperbárica para poder hacer un traspaso bajo presión.
Este pequeño buque tiene propulsión propia con baterías. La idea es que, una vez que el sonar detecte al ARA San Juan, el "mini" submarino baje para analizar cómo está apoyado en el fondo del agua y encontrar la mejor manera para bajar la cámara de rescate.
Luego entra en acción la Cámara de Rescate Submarina (SRC), que se sumerge por un cable enganchado en la grúa del buque Skandi Patagonia hasta a 250 metros de profundidad para acoplarse a la escotilla y permitir que seis tripulantes ingresen para subir a la superficie.
Así transportaron al mini submarino al puerto de Comodoro Rivadavia