CLORINDA (de n/agencia) - En medio del fragor de la jornada electoral del domingo, no pasaron inadvertidos numerosos casos de personas de muy avanzada edad o con movilidad reducida, que quisieron ser partes de la fiesta cívica en la segunda ciudad.
Un caso testigo fue el de un hombre de 90 años, en silla de ruedas que quiso ir a votar y lo hizo en la mesa N° 709 del Instituto Santa Catalina, donde la presidente de mesa tuvo la gentileza de acercar la urna y la planilla donde firmar, una vez que el elector emitiera su voto.
En la Escuela N° 21, también se llegó un hombre con muletas, de avanzada edad, que fue a votar acompañado de su hijo.
Ese fue otro detalle interesante. El Día del Padre fue una jornada donde varios de ellos, en medio de los agasajos, concurrieron a votar rodeado de sus hijos, ya que el actual sistema permite que tanto varones como mujeres con el mismo apellido, puedan votar en la misma mesa.
Voto joven
Respecto al voto joven, varios de ellos pudieron sufragar finalmente después que apareciera un padrón complementario con la nómina de electores de entre 16 y 18 años, que si bien no estaban obligados a hacerlo, de todos modos quisieron “estrenar” la posibilidad del derecho a elegir.
Un detalle a corregir, y que lamentablemente se repite en cada elección en Clorinda, es el caos en el tránsito vehicular en la zona de los accesos a los centros de votación; sin agentes de tránsito, liberados durante la jornada comicial, el desplazamiento de vehículos se desenvolvió en medio de un total descontrol.