El médico neumonólogo José Manuel Viudes aconsejó no minimizar los síntomas persistentes del posdengue tras el séptimo día de infección (cuando debería bajar la fiebre) para evitar cuadros graves y reducir los riesgos de mortalidad, remarcando como positivo el descenso de casos en Formosa pero con la advertencia de que puede haber un pico en las próximas semanas por la combinación del calor y la humedad en el ambiente.

En un mapa nacional del dengue que refleja más de 120.000 casos y 79 muertes, Viudes indicó que “el 90% de los infectados cursan la enfermedad con variantes leves y que sólo un 5% del porcentaje restante presenta cuadros graves o severos”.

“Cuando revisamos la mortalidad por dengue, vemos que el promedio de edad es 44 años. Sin embargo, los más vulnerables son los adultos mayores. El 30% de ellos con enfermedades comórbidas. Es la franja etaria a cuidar, sin desatender a los jóvenes que también están incluidos como vulnerables en esta situación; por eso Misiones empezó a vacunar desde los 20 a 40 años”, explicó.

En este escenario de brote histórico de dengue en el país, el doctor Viudes explicó que los síntomas de la enfermedad “empiezan desde arriba hacia abajo, con dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos y mucha fiebre, más que el Covid incluso, con picos de 39 grados, muy difícil de bajarla. Solamente la indicación médica es a través de Paracetamol consumiendo 1 gramo cada seis horas, ayudado con método frío para bajar la temperatura corporal: baños con agua templada y paño húmedo en las axilas, cuello e ingle, donde pasan las grandes arterias”.

Asimismo, Viudes recomendó a la población no minimizar los síntomas persistentes tras el séptimo día de infección, donde debería bajar la fiebre y mejorar el cuadro del paciente.

“En muchos casos, cuando baja la fiebre, el paciente cree que terminó la enfermedad y sigue con dolores abdominales y cierto recaída física, incluso algunos sangrados, vómitos y nauseas; esos son síntomas premonitorios a atender porque pueden anteceder cuadros más graves y severos”, refirió.

Como mínimo, sugirió que el paciente con dengue tenga una semana de reposo y de ser necesario, siete días más en caso de que los síntomas persistan.

“La mortalidad por dengue cambiaría si las personas acuden al médico precozmente o buscan atención al problema. Lo ideal es recurrir al doctor cada 48 horas en estas condiciones de posdengue. Sobre todo tras el día 7, que es clave. A partir de allí no deben bajar los cuidados y en el mejor de los casos, realizar un choqueo con examen médico”, aconsejó.

Golpe de calor

En otro aspecto, José Manuel Viudes comentó que un estudio científico publicado en la Revista Nature demuestra que la exposición a las altas temperaturas envejece el cerebro humano y debilita la capacidad cognitiva, introduciendo así la importancia de cuidar a las personas propensas a las fuertes radiaciones solares en días con temperaturas que superan los límites normales.

“El golpe de calor es propicio cuando la temperatura del ambiente supera los 38 grados y se combina con una humedad mayor del 60%, aquí el cuerpo humano pierde su capacidad de regular el calor orgánicamente y si no está bien hidratado, protegido y resguardado, puede ser contraproducente para la salud”, señaló.