<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">Atendiendo la declaratoria de Contingencia Ambiental, se suspenden clases mañana 16 de mayo en planteles de <a href="https://twitter.com/hashtag/Educaci%C3%B3nB%C3%A1sica?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#EducaciónBásica</a>.<br><br>Hacemos un llamado a evitar actividades al aire libre con el objetivo de reducir la probabilidad de afectaciones en la salud de niñas y niños. <a href="https://t.co/nxtKUZ21o1">pic.twitter.com/nxtKUZ21o1</a></p>— SEP México (@SEP_mx) <a href="https://twitter.com/SEP_mx/status/1128761305836457986?ref_src=twsrc%5Etfw">15 de mayo de 2019</a></blockquote>
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La UNAM informó que suspenderá labores este jueves 16 de mayo, debido a que el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la institución, estimó que las condiciones atmosféricas durante las próximas horas continuarán siendo adversas y no propiciarán la dispersión de los contaminantes.
La medida de la Universidad implica que este jueves se queden en sus hogares más de 300,00 alumnos.
De igual manera el Instituto Politécnico Nacional (IPN) anunció el cierre de sus instalaciones, lo que significa que las dos instituciones más grandes en el país tomarán medidas para hacer frente a los altos niveles de contaminación en la ciudad.
Las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también dejarán de laborar hasta que mejoren las condiciones ambientales.
Este jueves se cumplen tres días de contingencia ambiental extraordinaria en la Zona Metropolitana del Valle de México, que incluye a la capital, debido a que los niveles de contaminación se mantienen altos.
La jefa del gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, explicó que la capital no contaba con un protocolo o programa de contingencia contra las partículas PM2.5 que contaminan desde el viernes el aire de la megalópolis, luego de registrarse una serie de incendios generados por las altas temperaturas.
La materia particulada 2.5, o PM 2.5 por sus siglas en inglés, de un diámetro de 2.5 micrómetros se encuentran suspendida en el aire y tiene un grosor inferior al de un cabello humano, por lo que también se las conoce como partículas finas, explica la agencia de gobierno estadounidense California Office of Environment Health Hazard (OEHHA).
Al ser tan diminutas, las PM 2.5 se desplazan con gran facilidad hacia los pulmones cuando los ciudadanos inhalan el aire de la ciudad. Esto provoca efectos nocivos y enfermedades cardíacas y pulmonares que preocupan en la actualidad a expertos, activistas y políticos de la Ciudad de México.
"Los niños, las personas mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades del corazón o pulmonares (incluyendo asma) son más sensibles a los efectos de respirar estas partículas. Los síntomas pueden incluir sibilancias -silbido agudo al pasar el aire por los conductos respiratorios-, opresión en el pecho y dificultad para respirar", indica la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU en su sitio web.
Además, niveles altos de PM 2.5 producen también irritación en los ojos, en la nariz y en la garganta; tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar; función pulmonar reducida; ataques de asma; ataques al corazón y muerte prematura en personas con enfermedades cardíacas y pulmonares.