Nelson Trinidad comenzó a confeccionar barriletes desde los 15 años. Su pasión por el oficio nació cuando descubrió el “arte de volar” a través de su padre paracaidista. El amor a la aviación le sirvió de inspiración en su arte. En la actualidad se dedica a fabricar diferentes modelos de pandorgas para la venta y dar clases gratuitas en instituciones y espacios públicos.

Desde el barrio Parque Urbano II, en la esquina de las calles Arturo Jauretche y Arenales, Nelson Trinidad explicó a La Mañana en Vivo que su actividad artesanal es una defensa constante a un arte que fue perdiendo fuerza con el correr de las décadas y a través de las generaciones.

“Llevo más de 50 años confeccionando barriletes. Desde muy chiquito comencé en este oficio. Tuve la suerte de conocer, a través de mi padre instructor, la actividad del paracaidismo y en ese mismo momento el amor por el arte de volar”, relató.

A partir de esta huella familiar, Nelson toda su vida se dedicó a fabricar pandorgas en sus momentos de ocios para el entretenimiento de niños y niñas en la ciudad de Formosa: “Soy el único que sigue en este oficio de manera permanente. Tengo una colección de modelos y diseños que en parte, nacieron por inspiración a mi pasión por la aviación. Incluso, uno de los barriletes más caros (rondan de 100 a 2.000 pesos), llamado “Cubo”, imita la figura de un avión de 1904”, refirió.

Para que la actividad de confeccionar barriletes de manera manual o artesanal no desaparezca en la ciudad, el entrevistado contó que tiene la predisposición de dar clases gratuitas sobre los secretos del arte en instituciones y espacios públicos de recreación.

“Me pueden encontrar siempre en el Paraíso de los Niños. Ahí estoy remontando a la tarde los barriletes que fabrico”, indicó.