La Dirección de Usuarios y Consumidores de la Defensoría del Pueblo dio a conocer un relevamiento realizado en esta ciudad luego de conocerse que la inflación de agosto alcanzó el 4% y acumula en el último año un 58,9%, impulsada fundamentalmente por la suba de alimentos.

En este contexto, desde la Defensoría del Pueblo se llevó a cabo un relevamiento de precios de los principales alimentos que utilizan aquellas familias que pueden hacer las cuatro comidas al día.

El ombudsman provincial José Leonardo Gialluca señaló que la suba de precios coloca a los consumidores en una situación “donde no hay sueldo o ingreso, tanto del sector público o privado, que alcance para comprar los alimentos de un grupo familiar conformado por cuatro personas”.

“Ni hablemos de aquellos que no poseen trabajo o de los cuentapropistas, jubilados, pensionados, ciudadanos que alquilan viviendas y que están optando por trasladarse a vivir cada vez más lejos del centro de la ciudad en búsqueda de mejores y más bajos precios ya que, o pagan el alquiler o no comen, y esto en septiembre debemos estar preparados, porque el índice de inflación será aún mayor y se esperan cifras superiores al 5%”, advirtió.

Por ello, Gialluca señaló que no quiere ser pesimista, “pero desde ya podemos afirmar que en todo nuestro país y en Formosa también, los precios de los alimentos están fuera de control y no existe ningún plan del Gobierno nacional de Mauricio Macri para contenerlo”.

Dijo que “esto ya lo hemos vivido en otros tiempos, por lo que estamos en la puerta de una nueva hiperinflación o viviendo algo muy parecido, pues, cuando la inflación se acentúa y se sitúa fuera de control, alcanzando un escenario en el que los precios de un país pierden su valor real, menoscabando notablemente el poder adquisitivo de los consumidores del país, no es necesario ser un gran economista y hasta las propias amas de casa saben y conocen que estamos padeciendo otra vez una hiperinflación”.

Gialluca hico notar que en este contexto de alta inflación, “en donde además de no poder bajarse la misma, el BCRA no tiene ninguna credibilidad y todo el mundo no piensa en pesos, sino en dólares, haciendo la salvedad de millones de argentinos que hoy se encuentran por debajo del nivel de indigencia y pobreza sumado a miles que no pueden alimentarse dignamente todos los días, en lo que es el granero del mundo para muchos”.