La imagen se repite y llama la atención de los vecinos y transeúntes: cada vez más casas del centro de la ciudad se ponen a la venta, luego de muchos años de haber tenido los mismos propietarios de siempre.

Los motivos son diversos, pero para el reconocido martillero público y tasador Serafín Cosenza, pueden enmarcarse principalmente en juicios sucesorios, recambio generacional e incluso aminorar gastos. “La gente vende en el centro y compra en los barrios”, señaló en diálogo con La Mañana.

Este Diario observó hasta dos o tres casas en una misma cuadra, incluso sobre la avenida 25 de Mayo, con carteles ofreciéndolas en venta, y hasta propiedades que se creían abandonadas por haber estado desahitadas, ahora están disponibles.

Serafín Cosenza comentó que suele ocurrir que los hijos de una familia se ponen grandes y forman sus propias familias; entonces, la casa de toda la vida queda grande para sus padres, que en edad avanzada optan por algo más chico y acorde a sus necesidades.

Además, mencionó como un factor a tener en cuenta las tasas, entre ellas el Impuesto Inmobiliario, que es más alto para las casas céntricas. “Entonces, es más barato vivir en los barrios”, acotó.

Los acuerdos sucesorios, también, son un factor determinante para que hoy sea una realidad la multiplicación de ventas de casas, así como la llegada de grandes emprendimientos inmobiliarios que, autorizados por el nuevo Código Urbanístico, pueden construir edificios de altura en el centro y se lanzan a adquirir los terrenos donde están emplazadas algunas construcciones que llevan años en esa zona de la ciudad.

Precios

En otro orden, Cosenza respondió sobre los precios tan altos que se piden en Formosa por bienes inmuebles aún cuando están en la periferia de la ciudad; aún mayores a los que se piden en ciudades más grandes o turísticas del país.

“La gente paga tranquilidad y eso también es un valor”, señaló a La Mañana, comparando los índices de delincuencia y otros factores desfavorables en esos grandes centros urbanos. Por eso, señaló que desde otros puntos del país se radican en Formosa comprando propiedades.

Sin embargo, reconoció que se dan casos de valores excesivos, como la de una casa abandonada en el microcentro por la que piden 18 millones de pesos. Si bien la ubicación es estratégica, a media cuadra de la plaza San Martín, la construcción debe ser restaurada para ser habitable.

Estas cuestiones hacen que la gente vuelva a recurrir a un tasador, como hace tiempo no ocurría. “Los valores son tan altos, que cuando alguien quiere comprar piensa por qué piden tanto. Entonces, recurren a uno o dos tasadores. Siempre el valor real es menor a lo que pide el vendedor”, explicó. También se tiene en cuenta el valor fiscal que tiene la Dirección de Catastro, que es mucho menor a la pretensión del que va a vender, incluso hasta un 30% del valor real de la propiedad.

Para el valor se tiene en cuenta todo el ‘clima’ que tiene la propiedad, que incluye los vecinos, la distancia respecto a instituciones públicas y privadas, los servicios.

Loteos

“Ahora estoy viendo que la gente está comprando en loteos y está pagando fortunas. Hay algunos que no tienen agua, no tienen luz, están alejados y pagan igual”, advirtió Cosenza, sobre una oferta cada vez más difundida por diversos emprendimientos inmobiliarios.

Sin embargo, reconoció que hay otros que también están lejos pero tienen luz, agua, Internet. “A lo mejor no tiene asfalto pero sí enripiado y una pareja joven que recién comienza puede comprar ahí y no en el centro, micro y macro, porque se ha encarecido demasiado”.